Nota 028
Por tanto tiempo he querido ser el héroe, salvar al mundo, ser quien todos admiran y a quien todos aceptan. Pero pasan los años, y me siento como el subterráneo, el condenado, el marginado, la Hayden de los Stein, el hijo con sangre de demonio a quien todos quieren retener del poder que posee, quien arriesgaría al mundo para salvar a quien ama y no arriesgar a quien ama para salvar el mundo, la persona con traumas de la infancia y adolescencia, el alma que sufre y el cuerpo que hiere, quien enfrenta a sus propios demonios internos sin ayuda porque no la tiene, quien aprendió a estar solo.
Soy todo eso, noquiero ser el héroe, no ahora, pero tampoco quiero ser el Dios desquiciado quequiere gobernar el mundo, ni quien a base de su dolor quiere formar un ejércitocon quienes se sientan igual, tampoco quiero apoderarme de las cosas máspoderosas de la tierra. Solo quiero ser una espectadora que llora viendo comoel mundo se destruye y la causante de la destrucción de quienes se lo merecen,quiero tomar a los condenados, a los incomprendidos y decirles que todo vaestar bien, que ellos estarán bien, si aceptan que no serán héroes, despreciableshéroes.
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UMBRA
CasualeEn este libro la autora dejó cada lagrima y cada rastro de odio que no quería tener en su corazón o que fueran parte de su alma. Plasmó todo entre lágrimas o simplemente sintiendo cómo el corazón se le apretaba. Habla de un proceso, de todo lo que t...