Capítulo 62 ❁Traviesa❁

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❁ Dedicado a @clifforwin20

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Pasó una semana. Lucas no me había marcado y eso me preocupaba un poco. No tanto por el hecho de que me ignorara completamente, sino que el era la clave para llevar a cabo el plan.

Me levanté a primera hora de la mañana. Estaba lista para ir a trabajar.

¿Estaba nerviosa? para nada. ¿Emocionada? Bastante.

Corrí al baño para poder tener un momento de tranquilidad. El vapor que salía del agua chocando contra mi cuerpo era simplemente el paraíso.

Salí y me arreglé cómo lo hacia antes. sombra en los ojos bastante oscura y un gran delineado. No podía faltar el tan famoso labial rojo.

Mi armario estaba lleno de ropa muy femenina y esta no me servía para nada.

Por suerte encontré un baúl donde guardaba un poco más de ropa.

Conseguí una falda de cuero, un escote color azul rey y mis tacones favoritos. Estaba tan feliz de ver mi ropa de antes.

Aparque en mi antiguo lugar. Me asombraba que lo respetaran. salí del auto y como esperaba el de Luke estaba a un lado. Solíamos estacionarlos juntos.

Lo aseguré y me coloqué los lentes de sol que tanto me gustaban. Cubrían casi todo mi rostro. Me gustaban porque daban un aire de misterio.

Entré por la puerta principal y los guardias rápidamente se hicieron a un lado.

La Chica de recepción dejó de hacer su trabajo mientras me veía pasar. Llegué al elevador y todos me sedieron el paso, por lo que subí sola al elevador. Me causaba bastante gracia, al parecer todos sabían sobre mi mala fama en la empresa.

Las puertas se abrieron en el piso donde se encontraba mi oficina. Todas las miradas se centraron en mi. Caminé sin prisa alguna. Los señores de la oficina me veían como un objeto sexual, pero no se atrevían a acercarse a mi por lo mismo de mi temperamento.

Abrí la puerta de mi oficina y conseguí a un tipo hablando por teléfono y recostado en mi silla. Su rostro cambió al verme recargada en la puerta esperando a que saliera. No dije nada, coloqué los lentes sobre mi cabeza y recorrí mi oficina viendo los cambios que le habían hecho mientras el no apartaba la mirada de mi. Dejé mi bolsa en el perchero y me propuse a tirar todas las cosas al piso, incluyendo sus reconocimientos.

-¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?-por fin decidió decir sin moverse de la silla.

-¿Y tu con quien crees que estás hablando?-dije evitando su mirada mientras seguía con mi trabajo.-¡Carmen!.-Llamé a la señora que hacía el aseo y ella llegó rápidamente. Era la única persona que me dedicaba una sonrisa. Ella era una persona bastante dulce, jamás le había levantado la voz.

-Dígame señorita.-respondió tiernamente.

-¿Podría recoger toda esta basura?.-caminé sobre las cosas del sujeto rompiendo algunas.

-¿BASURA?-gritó ofendido.

-Quiero que saques tu culo de mi silla y de mi oficina.-rugí viéndolo finalmente a los ojos.

-No eres nadie para obligarme bonita.-Alzó una ceja pícaro y yo acomodé mi pelo.

-¿También tiro esto señorita Johnson?.-Preguntó Carmen señalando unos trofeos de golf.

-Ni se le ocurra...espere..¿dijo..Johnson?.-tartamudeó un par de veces y bajó la voz-

-Ella es la señorita _______ Johnson.-Sonrió Carmen. Me crucé de brazos moviendo mi cabeza aun lado esperando su respuesta.

Stockholm SyndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora