Stockholm Syndrome

Capitulo 5 ❁ La desgracia ❁

Desperté en la mañana y tuve humor para darme un baño caliente. Estaba más que preparado para el examen, todo se veía a mi favor.

Baje corriendo, aun tenía tiempo y decidí desayunar.

-¡Buenos días mi amor! ¿Estas listo para tu examen?. -Mi madre me besó la frente y de inmediato le sonríe emocionado.

-¡SI MAMÁ!  te juro que estudié mucho. -Sonríe victorioso.

-Lo se mi vida, te ira muy bien. Me tengo que ir a trabajar,  te deseo toda la suerte del mundo.- me abrazó muy fuerte.

-Cuídate mucho.

Acto seguido, se fue.

Genial, aun faltaba tiempo. No podía dejar de pensar en el examen,  por fin el estúpido del maestro sabría que no soy lo que el creé.

-¡Hijo!

Ay no...ahí va de nuevo...

-Buenos días.-saqué mi libro para estudiar por última vez.

-¿Hoy es tu examen verdad?

Tenia tantas ganas de darle un golpe en la cara por imbécil.

-Si.

-¡Mucha suerte!

-Gracias.

-¿Crees que podamos seguir hablando de la empresa?

¿Acaso el tipo no se cansaba de ser tan estúpido?

-oye...es que....

-¡Vamos! No tomará mas de cinco minutos.

Vi mi reloj y con todo el odio del mundo, lo deje proseguir con su charla.

El tipo ya me había aburrido, ya no sabía que significa la palabra empresa de tantas veces que la decía ...¡MIERDA! ¡Había olvidado el exámen!.

Vi mi reloj y noté que faltaban 10 minutos para iniciar.

Guarde mi libro y corrí a la puerta.

-¿Que pasa?.- dijo preocupado.

-¡LLEGARÉ TARDE!. - grite asustado y me fui corriendo.

Al llegar, note que en el salón no había nadie. Miré el papel que me había dado el estúpido maestro y decía el número del salón. No entendía que pasaba.

Salí al baño y de reojo vi un salón... ¡RAYOS! ¡ESTABA EN EL SALÓN EQUIVOCADO!.

Abrí la puerta muy brusco y todos pusieron su atención en mi.

-Llega tarde señor Tomlinson.-me barrió con la mirada.

-Señor, el número de salón que me dio era otro, yo no sabía.

-Le puse que era en el salón 161.

Le enseñé el papel, el había escrito 191.

-Señor Tomlinson, su papel esta al revés. -Giró el papel y todos se empezaron a burlar, incluyéndolo a el.

-¡No es mi culpa señor! Juro que ya estaba en la escuela, pero en otro salón.

-Lo lamento.

-¿Puedo presentar el exámen?.- dije asustado.

-Ya sabe la regla. Para eso debió haber llegado a tiempo.

Todos hicieron un sonido de burla. Como odiaba la escuela.

-¡LE JURO QUE YO ESTABA AQUÍ!  ¡DEME UNA OPORTUNIDAD!. -dije al borde de las lágrimas.

-Ni aunque le de una oportunidad señor Tomlinson. Usted no sirve para esto. ¡Jamás llegará a ser alguien en la vida!