Soy tu esposa...

935 32 2
                                    

—es mi hija....Hinata Hyuga, tiene 18 años y puedo asegurarte que te dará hijos perfectos—

La chica miró sus manos, estaba aterrada, su padre decidía venderla pues su familia era de tan escasos recursos que habían decidió deshacerse de ella.

¿Que más daba?

Su vida siempre había sido un sufrir, maltrato de su madre y claro su padre siempre había defendido pero ahora...decidía comprometerla con un hombre que no conocía.

—necesito una mujer fuerte, nutrida y saludable, no quiero que mis hijos sean unos débiles —

—está bien de salud joven Uzumaki....puedo asegurárselo, a demás sabe cocinar y podrá mantener su casa limpia—

Un pequeño silencio reino la sala donde estaban sentados.

—no soy un maldito objeto...no puedes venderme Padre!!!—

Las lágrimas de Hinata comenzaron a salir, no era justo....no quería estar con ese hombre.

—Hinata! Compórtate—el padre gritó.

—la quiero Hiashi Hyuga—

.
.
.
.
.
.


—bienvenida—

Hinata entró a la casa donde a partir de ahora viviría.

—¿bienvenida? De verdad?—

—por favor...quiero que la llevemos en paz...serás mi esposa y solamente quiero llevarla en paz—

—quiero mi habitación—

Naruto entendió, suspiró y llevó la pequeña maleta de ropa de la chica hasta su habitación.

—sabía que no querrías dormir con migo...así que te mande a preparar una habitación para ti sola—

Naruto le abrió la puerta y dejó entrar.

—te dejo sola.....cualquier cosa que necesites puedes decirme estaré en mi despacho—

El rubio cerró la puerta y soltó la perilla.

Suspiró.

Al menos de algo estaba seguro.

Hinata estaba mucho mejor en sus manos que con su padre.

Se fue a su despacho y comenzó a firmar y checar algunos papeles, ser el Hokage de Konoha no era para nada fácil.

Mientras, con Hinata, la chica comenzó a checar toda la habitación. Era linda y con tonos pasteles, contaba con una cama, una cajonera y un espejo.

Se sentó en la cama y suspiró, con sus ojos llorosos, tenía miedo....

¿Que pecado había cometido para tener la vida que llevaba?

La tarde pasó rápidamente cuando la puerta de su habitación fue tocada y después abierta.

—Hinata por favor baja a cenar—

Naruto miró a la chica adormilada.

—no tengo hambre....—

Naruto dio un paso delante.

—tienes que comer, no importa si tengas o no hambre, debes de tener buena salud para concebir a mis hijos—

Cerró la puerta y eso provocó un estruendo en el cuerpo de la chica.

¿Hijos?

¿Que obsesión tenía con tener hijos?

Se levantó y cambió de ropa con una maya blanca y una blusa morada tipo vestido, llegándole apenas a los glúteos.

Oneshots |Naruhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora