𝐂𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 | Chaelisa (Spanish Ver.)

Un cruel verano.

''Saldría contigo si no fueras mi mejor amiga'. Lisa nunca se habría preparado para escuchar esas palabras saliendo de la boca de Rosie. Tampoco cree que esas fueran las palabras que la hicieron darse cuenta de que sí, saldría con Rosie. Diablos, ella quiere salir con Rosie. Quiere sentarse en su regazo, rodear su cintura con sus piernas y besarla hasta que le duela. Porque la quiere, de una manera que no debería, porque son mejores amigas, siempre lo han sido y siempre lo serán.

"Lo mismo", dice Lisa por encima del nudo que se le forma en la garganta, hace lo posible para que una sonrisa aparezca en sus labios, "yo también saldría contigo".

"¿Ah sí?" Rosie mueve las cejas, ajena al efecto que sus palabras han tenido en Lisa. "Dame una razón de por qué".

"Ya sabes", la mirada de Lisa cae al suelo mientras juguetea con los anillos de plata de sus dedos. No puede mirar a Rosie a los ojos, al menos no ahora. "Tu sonrisa".

"Mhm. ¿Quieres oír la mía?" Lisa asiente, y Rosie continúa: "Creo que eres la mejor cuando se trata de proteger a las personas que más quieres. He podido ver mucho de eso en las últimas semanas, con tu forma de actuar con Ella y el resto de tu familia". Rosie hace una pausa y empuja el pie de Lisa con el suyo para que levante la vista. "Tú también no dudas en cuidarme", Rosie señala la sudadera que lleva puesta y se ríe. "Por eso creo que tu futura novia, sea quien sea, es una afortunada".

Lisa quiere llorar. Entonces siente que algo húmedo se desliza por sus mejillas y, mierda, ya está llorando.

"No tenías que ponerte tan emocional, Rosie", gime Lisa mientras se limpia las lágrimas con el dorso de las manos.

"No es mi culpa que seas tan llorona", replica Rosie, levantándose del columpio y arrodillándose frente a Lisa para apartar cuidadosamente sus manos de la cara, haciendo su trabajo de limpiar las lágrimas que insisten en seguir cayendo. "Pero, en serio, he querido decir cada palabra que he dicho".

Lisa resopla. "Ahora me siento como una amiga de mierda por hablar sólo de tu sonrisa".

Rosie se ríe, "Está bien. Ya sé que te gusta todo de mí".

A Lisa le gusta. Lo hace de verdad, maldición. "Estás tan llena de ti misma".

"Y me quieres por eso", sonríe Rosie. "Pero no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo".

De nuevo, Lisa lo hace, la quiere. Es ridículo lo mucho que la quiere. También podría tatuarse "Amo a Park Roseanne", sus estúpidas palabras y su hermosa alma en la frente para que el resto del mundo también lo sepa.

Lisa se aclara la garganta y cruza los brazos bajo el pecho. "Deberíamos volver ahora, es demasiado tarde".

Todavía no es tan tarde, al menos no para ellas dos. Pero Lisa necesita desesperadamente tiempo para estar a solas, tiempo para idear una manera de lidiar con lo que descubrió en contra de su voluntad. Y no puede hacerlo aquí, con las manos de Rosie a cada lado de su cara, sujetándola como si fuera de porcelana.

"De acuerdo", Rosie golpea las mejillas de Lisa una última vez antes de levantarse, recogiendo el libro antes de ofrecerle la mano.

Los veranos nunca son amables con Lisa. Este no podía ser diferente.

De todos modos, toma la mano de Rosie.