2; pogues and party

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Alessandra, la madre de Aimée permanecía cepillando el
Cabello de su hija con 4 de sus dedos mientras esperaba que su esposo terminara una llamada que parecía ser muy aburrida para ambas chicas.

— Cariño, ya nos vamos llegaremos tarde.

— Más? Imposible — se burló de su padre el cual se encontraba abrazando a su hermosa esposa sintiéndose afortunado de tenerla mientras ignoraban completamente a su hija.

— Adiós, preciosa. — fue lo último que escucho salir de la boca de su padre antes de cerrar la puerta principal de la casa, quedando en total silencio, ese minuto a Aimée le aterro así que solo puso música en la casa.

Saco de su bolsillo unos polvos blancos y una oreo que contenía un poco de felicidad. Volvió a adentrarse a su casa para ir directo a la cava de sus padres, sacando sus mejores alcoholes, bueno los favoritos de la linda chica.
Escuchaba la música desde su jardín.

En cuanto se volvió a sentar en una silla que se encontraba en su jardín, sonó el timbre haciéndola rodar los ojos, estaba tan relajada y estaba apunto de estarlo más, solo la interrumpían.

Y todo ese mal humor que contenía la chica se esfumó en cuestión de segundos al ver a un Rafe con ojos rojos e hinchados, desesperado por una sola cosa; drogas

Aimée a sido una niña muy empatica desde siempre, por más que una persona le desagradara mucho, ella se conmovía al verlos mal.

Movió un poco a Aimée con sus grandes y musculosos brazos pasando a la casa de la empujada.

— Pasa con confianza, Rafe. — la pequeña gota de empatía se esfumó en segundos, aunque le preocupó un poco el estado de el adicto.

— puedes darme un poco de droga? Dijiste que podía venir y aquí estoy, podrías? — sonaba como un cachorrito de la calle pidiendo ser adoptado, con tanta desesperación que hasta a Aimée le dio pena y no tuvo otra opción más que decirle;

— no idiota, te ves peor que la misma palabra, regresa a tu casa.

Eso hizo enfurecer a Cameron. El pensó que su amiga de drogas lo ayudaría con un poco

Puso su puño en su frente mientras decia maldiciones nada entendibles para la chica, tratando de calmar su ansiedad

Aimée solo pensaba en cómo desasearse de Rafe. En su defensa, no estaba en sus 5 sentidos cuando decidió invitarlo.

— Rafe, de verdad no quiero ser grosera pero tienes que irte, arruinas mi momento.

— Cual maldito momento, Aimée? No hay nadie aquí — dijo el rubio, un poco más calmado que hace unos segundo.

— Estoy yo y con eso es suficiente, para que quisiera otro Rafe aquí, no pienso hacer de madre con dos personas, ni siquiera con uno así que vete. — en un intento fallido de sacarlo, puso su mano en la espalda de Rafe y lo empujó hacia la fuerza pero ni siquiera avanzaron un metro. Rafe volteó, quedando cara a cara con Aimée.

— Aimée, por favor. No tienes porque cuidarme, solo dame un poco de cualquier cosa y me iré.

— ¿Que consumiste?

— ¿Que?

— ¿Que fue lo que consumiste Rafe? te ves jodido y mira que te lo digo yo.

friends for drugs,             OUTER BANKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora