El fin de semana se había ido volando. La profesora Miller estaba en el salón como si nada hubiese pasado. Angela me miraba cada dos segundos. Sabía lo que quería y me aterraba la idea.
—Stevens la espero en mi oficina—Fue lo único que dijo antes de salir de clases. Mis compañeros corearon un "Uuu". Angela me dió dos palmadas en el hombro. "Busca información" fue lo único que me susurró antes de perderse entre la multitud.
Seguí mi rumbo al segundo piso donde se encontraba la oficina de la señora Miller. Respiré profundo antes de tocar la puerta. Un adelante se escuchó de fondo. Estaba nerviosa.
—Stevens felicidades—Me dijo a lo que la miré sin entender y como si leyese mi mente continuó—Por llegar puntual—Definitivamente esta mujer es un demonio.
—Gracias supongo ¿Que necesita?—Me hizo un ademán para que tomase asiento. Sacó una carpeta de uno de sus cajones.
—Debes hacer el concurso de escritura ¿o ya lo habías olvidado?—Me regañe mentalmente. Me extendió lo que parecía una biblia—Lo quiero mañana a primera hora.—La miré horrorizada que se piensa esta mujer.
—Son muchas preguntas—Mi queja no le sentó nada bien ya que la mirada que me dió me congeló hasta las pestañas.
—Como le dije a primera hora puede marcharse.
Salí de su oficina con ganas de golpearla pero ese enojo que tenia no podía llevarlo a casa así que regresé y abrí su puerta como si de mi habitación se tratase.
—Stevens esto no es un establo para que entre así como pedro por su casa—La miré aún peor.
—Usted es un demonio—Le dije lo bastante cerca pero no logré intimidarla solo me cague del miedo que estaba pasando por mi cabeza cuando dije semejante estupidez.
—Alicia—Mi corazón dejó de latir nunca me había llamado por mi nombre, la miré expectante de sus palabras—Salga de mi despacho. Tomaré esto como un arrebato a su evidente enojo y lo dejaré pasar pero que no se repita. —Volví a recoger los documentos y me di media vuelta para salir pero me detuve un segundo en la puerta volviendo a retomar mi ritmo cardíaco el cual perdí en cuestiones de segundos—Ya quisieras arder en mi infierno—Lo dijo tan bajo que casi no pude escucharlo. Quise responderle pero mis piernas no me respondían cerré la puerta y me recosté en ella.
Definitivamente esa mujer está loca.
Angela me esperaba en el estacionamiento quiso hacerme un interrogatorio el cual esquive de manera evidente.
—Mis padres están en casa no puedo quedarme hoy—Me decía con tristeza.
—Gloria al fin descansaré de ti a veces pienso que estas enamorada de mi—Me golpeó el hombro. Ambas reímos. Me despedí de Angy.
Su compañía era agradable pero hoy necesitaba concentración. Subí a mi habitación recordando las palabras de la profesora.
—Alicia la cena esta lista—Mamá me avisaba desde la puerta dejé las preguntas del concurso para después de cenar.
—¿Como te fue hoy en la universidad?—Oh mamá genial casi mato a la profesora de Literatura pero todo en orden.
—Bien aunque debo hacer mucha tarea—Dije sin ánimos.
—¿El concurso no?—Asentí.
—¿De que conoces a la profesora Miller?—Ella sonrió. Sabía que no tardaría en preguntarle.
—Recuerdas la noche en que fui a comisaría a buscar respuestas de tu padre. Esa noche ella estaba ahí esperando algo por lo que nos hicimos compañía. Luego descubrí que era tu profesora de Literatura.—¿Comisaría? Angela amaría tener esa información.

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Las cosas que nunca dije.
RomansaPara aquellos que buscan un refugio en las estrellas , para todos los que deciden depositar toda su esperanza en un tal vez. Créeme estas en el camino correcto . Historia en edición y corrección de errores perdonen los cambios 🥀