Las cosas que nunca dije.

Prólogo

5 de septiembre 2018"

Caminaba entre las antiguas lápidas de aquel viejo cementerio, buscando la de mi padre.Cada año venía a visitar su nuevo hogar rodeado de muchedumbre. Le contaba mi vida y esperaba como si el fuese a aparecer de la nada a aconsejarme. Cansada de estar rodeada de soledad, caminaba a casa con un vacío enorme en el pecho , sin ganas de nada.

Al entrar , un pequeño Snapy entusiasmado corría hacía mis piernas y entre ladridos y saltos me hacía recordar que no estaba tan sola como a veces creía.

Dejando mi cartera en el sofá de la entrada me deslizaba hasta la cocina a por una buena tasa de café y como ya era costumbre subía a mi habitación por un buen libro que aliviara mi estrés.

La oscuridad de la noche se hacía presente por el pequeño ventanal que daba una buena vista de la cuidad. Con mucha pereza me estiraba sobre aquella gigantesca cama matrimonial que albergaba tantos recuerdos.

Luego de cuestionarme hasta el surgimiento de la vida en la tierra levantaba mis pesados huesos y me dirigía al baño a por una buena ducha que me sacara de mis pensamientos.

Luego de ducharme bajaba a alimentar a mi pequeño Snapy para así terminar de corregir los exámenes que debía entregar a la mañana siguiente.

Colocar dos era una de mis pasiones rutinarias en aquella gigantesca mansión. Pero había algo que me sacaba de mis casillas , llevaba un gran tiempo queriendo darle una mala nota a una joven pero sus proyectos eran tan buenos que hasta lograban sorprenderme y no es que yo fuese mala profesora al contrario , podía ser muy benevolente con mis estudiantes pero me chocaba que una joven pudiera tener tanto tiempo he interes como para lucirse tanto en un trabajo de Literatura. Y eso era lo que más me gustaba de ella , a pesar de las complicaciones de su alrededor siempre podía entregarme un ensayo tan bueno como el anterior y lograba cautivarme con sus palabras. Y hasta engancharme a tal punto de querer volver a leer algo suyo.

Luego de terminar con mi trabajo guardaba todos los documentos en mi portafolio y me adentraba nuevamente en mi habitación. Cayendo rendida en los brazos de morfeo.

Historia en edición y corrección de errores perdonen los cambios