Killer Queen - forever after [Reyna x Sage] || Temporada 2

7 ★ La vez que Reyna no se detuvo

"¿Qué estás haciendo aquí, Reyna?"

Reyna siguió sonriendo con los ojos cerrados.

“No quería ser la tercera rueda”

"¿Así que vas a dormir en el sofá todas las noches?"

Reyna finalmente abrió los ojos y levantó su torso del sofá. Sage se sonrojó cuando Reyna la miró de pies a cabeza, leyendo lo inquieta que estaba, cómo le costaba mantener los ojos en su rostro. Eso hizo que Reyna sonriera y mirara su propio cuerpo por un segundo, luego de nuevo a Sage.

"Mis ojos están aquí arriba, corazón"

"Reyna, no puedes dormir en el sofá"

"Lo acabo de hacer. ¿Quieres venir aquí conmigo?"

Sage instantáneamente dio un paso adelante. Dios, ella lo deseaba tanto. El recuerdo del sueño aún estaba fresco y ella todavía estaba mojada y muy sensible. Si Reyna incluso soplara sobre su clítoris, Sage definitivamente se correría. Y ella lo necesitaba tanto.

Se sorprendió caminando hacia el sofá e inmediatamente se detuvo. No estaban en una habitación privada. Cualquiera podría despertarse y verlos. Sin mencionar que se suponía que no debía tener sexo con Reyna.

"No, no puedo" dijo Sage, sintiendo que su cuerpo se quejaba de frustración.

"¿Por qué no? Podríamos simplemente abrazarnos”

“Eso no es lo que sucedería”

"Tu corazón está tan agitado, corazón. ¿Por qué? Tu corazón literalmente me despertó"

"¿Puedes escuchar mi corazón cuando estás durmiendo?"

"Siempre puedo escucharlo. ¿Qué pasó? ¿Todo eso es porque estás feliz de verme?"

"Tuve una pesadilla" dijo Sage.

Reyna hizo un puchero y se movió para levantarse del sofá. Sage la vio acercarse y luego pasar a su lado para rodearla. El recuerdo de Florence la golpeó de inmediato.

"¿Una pesadilla? No pareces asustada. Y sé cuándo la gente está asustada…" escuchó decir a Reyna detrás de ella. Un escalofrío recorrió su espalda cuando Reyna se acercó, la tomó de la cintura y le susurró al oído, "y sé cuándo están cachondos"

"Reyna, estamos en la sala de estar" dijo Sage, con la voz fallando en su garganta mientras trataba de mantener las piernas quietas.

"Así que tengo razón, estabas teniendo sueños húmedos sobre mí, ¿no? ¿Con qué soñaste?"

Sage cerró los ojos, recordando, dividida entre decírselo para que Reyna pudiera hacer realidad el sueño y negarse a hablar para mantener algo de autocontrol. Maldición, ella no necesitaba mucho. Solo un toque, unos segundos, y se derretiría.

"Te lo diré en dos semanas" respondió finalmente Sage.

Reyna se alejó, dándole algo de espacio para respirar.

"¿Te corriste en tu sueño?" preguntó Reyna. "¿O todavía lo necesitas? Puedo ayudarte con eso".

"Sabes que no aceptaré eso"

"¿Pero quién está sufriendo más en este momento? Tomaría solo un segundo. No soy yo quien se va a correr, eres tú"

Sage casi dijo que sí. Casi. Las palabras estaban listas en su boca.

"Dos semanas, Reyna"

“Por ahora solo te estás desafiando a ti mismo. Estás necesitado, corazón, y odio verte así” dijo Reyna, caminando para volver al sofá, asegurándose de que su trasero se balanceara hacia los lados para mantener a Sage entretenida. "Yo debería ser el castigado, no tú, ¿no?"