El relativismo detrás de la apropiación cultural

Las ideologías son subjetivas; los hechos, irrefutables

Es difícil definir que aspecto o característica es original o propia de una cultura, pero es más difícil aún delimitar las poblaciones que abarca cada cultura; en otras palabras, no se puede definir a ciencia cierta los límites de una cultura dentro de las demografías humanas.

Las culturas pueden existir en diferentes niveles, desde aspectos culturales propios de una familia hasta los de una región o continente. Puede existir una marcocultura latinoamericana, pero también, dentro de esta, distinciones entre los colombianos, los argentinos o los cubanos. Incluso dentro de los propios países, la identidad cultural puede ser distinta y muy variable dependiendo las regiones; por ejemplo, puede que México defienda su cultura mexicana pero, ¿realmente esta existe? ¿o es más un conglomerado de diferentes culturas? Las tradiciones del norte no son las mismas que en la península de Yucatán, así como las costumbres domésticas varían de colonia en colonia dentro de la Zona Metropolitana.

Entonces se puede decir que las asociaciones culturales suelen responder a una ideología, que no deja de ser subjetiva. Se pueden ensalzar convenientes características culturales de una población muy grande, como la de los eslavos del sur, pero es un hecho la aversión que sienten los bosnios musulmanes, los croatas católicos y los serbios ortodoxos entre ellos.

Es aquí cuando se descubre que la forma en la que relacionamos una cultura con sus dueños es relativa y siempre sujeto a parámetros y puntos de partida preestablecidos: religión, nacionalidad, regionalidad, continentalidad, actividades económicas, color de piel, idioma, etc. Es prácticamente imposible encontrar un grupo humano que mantenga todas estas características sin compartir con alguna otra sociedad. Se pueden especular y medianamente trazar perímetros para dividir e identificar culturas, pero querer archivarlas como documentos en un cajón a cada una de estas, separándolas por completo unas de otras, es como querer definir milimétricamente con exactitud dónde, cuándo y cómo se separan unas de otras las variedades, subespecies, especies o géneros dentro del campo de la biología (esto solo como una analogía)