¡Eres Mi Otra Mitad! (Minsung)

Capitulo 22

“El corazón no olvida lo que
La mente no recuerda”

Ya pasaron dos años desde que me encontraron y sigo sin recordar nada, el medico dice que es cuestión de tiempo para que mis recuerdos vuelvan pero hasta en momento lo único que recuerdo es que mi nombre iniciaba con J y eso es todo, el chico con el que me encontraron sigue en coma, lo visito a menudo aunque no se como luce pero siento una especie de conexión con él y se que él tiene las respuestas a todas mis preguntas, él debe de saber quien soy y como llegamos aquí, él es mi única esperanza pero sigue sin despertar...

Ahora me harán un trasplante de córnea para que pueda recuperar la vista, deseo que todo salga bien y al menos pueda recuperar la vista, hasta el momento no he tenido problemas con nada, una pareja de ancianos me acogieron pero no vivo de gratis en su casa he, pues descubrí que soy bueno para cantar así que me dieron trabajo en un bar y a las personas les encanta escucharme cantar dicen que de alguna manera mi voz les transmite paz.

La cirugía tardo unas horas y mientras estaba anestesiado tuve un sueño o a lo mejor fue un recuerdo no se pero eran 2 niños corriendo uno tras del otro sonriendo felices mientras escapaban de una mujer, quién los corria con un plato de comida en sus manos ¿Quienes son? Y por que soñé con ellos, ¿Son parte de mi vida?.

—Jay ¿estas listo para que te retiremos las vendas?— El doctor preguntó.

Si, Jay soy yo, dado el caso que solo recuerdo que mi nombre iniciaba con J las personas que me rodean decidieron llamarme Jay.

— Si, estoy listo— respondí y el doctor empezó a retirar el vendaje, estaba nervioso esta era la única oportunidad que tenía de recuperar la vista...

—Abre los ojos lentamente— indicó el doctor.

Abrí mis ojos siguiendo las indicaciones del doctor y al principio vi borroso pero poco a poco mi vista se fue aclarando

—Pppu-puedo ver— Tartamudeé de la emoción, —doctor puedo ver— Observe todo el lugar, no era algo lujoso era más bien una pequeña cabaña hecha con tablas aunque ya sabía que estaba en un pequeño pueblo que no se ubicaba en el mapa, pero para ser sincero pensé que el hospital estaría en mejor estado.

—Doc ¿puedes llevarme a ver al chico que esta en coma?— Pregunté.

—¿Ahorita?— Me cuestionó

—Si por favor ¿puedes llevarme? Quiero conocerlo, quiero saber como es él.

—Amm esta bien vamos— Respondió después de pensarlo un poco.

Llegue a donde aquel chico se encontraba y me sorprendi al verlo, parecía un ángel, su piel pálida su cabello castaño, sus labios rosa tierno y sus pecas adornando su rostro.

Alto ¿Pecas? El niño de mi sueño tenía pecas ¿será posible que sea él? Lo tome de la mano y pase mi mano por su mejilla.

— ¿Quién eres tú? Y por que aún no despiertas, ¿sabes quien soy?— Al momento que hice esa pregunta sentí que apretó mi mano.

—Doc me apreto la mano— Hablé emocionado.

—¿Estas seguro?—

—Si, muy seguro, yo lo sentí, él apretó mi mano, vamos pequeño ángel hazlo de nuevo, aprieta mi mano— pedí

—No puede ser su actividad cerebral sigue igual que la de hace dos años, seguramente sólo fue un reflejo.

—No, yo sentí que me apretó la mano, vamos pequeño ángel hazlo de nuevo no me dejes como un loco frente al doctor—

—Preguntale algo—

—Ammm—

—¿Me conoces?—

—Aprieta mi mano una vez si la respuesta es "si" y dos veces si la respuesta es "no"—

—Vamos hazlo—

El volvió a apretar mi mano y lo hizo una sola vez, eso quiere decir que me conoce.

—Doc lo hizo, apretó mi mano— Sonreí emocionado.

— Jay puedes salir, necesito hacerle unos exámenes, yo te avisare de su estado si..

—Minho has sabido algo de Jisung y
Lix?— Preguntó la señora Ye-jin.

—No señora, ya pasaron 2 años y no hay ni una sola pista de ellos, Hyunjin y yo contratamos a los mejores investigadores pero aún no encuentran nada.

—Yo debí haber vijado con ellos, los dejé ir solos en ese avión y ahora no están conmigo, debimos quedarnos en Corea, todo es mi culpa yo quería que fueran a distraerse un poco— ella rompió en llanto.

—Tranquila, los encontraremos ya lo vera— Trate de tranquilizarla aunque yo también quería romper en llanto.

—Tú lo extrañas mucho ¿cierto?.

—Lo extraño más de lo que se imagina, le propuse matrimonio y al día siguiente desapareció, quería llevarlo conmigo a conocer el mundo, quería hacer tantas cosas pero el destino fue demasiado cruel con nosotros, nos separo antes de empezar a ser felices, pero mi corazón me dice que esta vivo solo que no sabe como volver a casa.