Capítulo 06

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»La distancia no impedira
que te siga amando«

Me levanté del piso con mis ojos lloramos después de haber leído aquella carta, la confesión de amor de Minho, el avión de Lino despega a las 2 de la tarde y es la una, tengo una hora para llegar al aeropuerto

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Me levanté del piso con mis ojos lloramos después de haber leído aquella carta, la confesión de amor de Minho, el avión de Lino despega a las 2 de la tarde y es la una, tengo una hora para llegar al aeropuerto.

Salí corriendo de la casa de Minho, tomé un taxi y le dije que fuera lo más rápido posible, pero el tráfico estaba realmente pesado, así que me baje del taxi y empeze a correr, corrí tan rápido como mis flacas piernas me lo permitieron.

Estaba nevando un poco y le rogaba al cielo que los vuelos se cancelaran,
Sentía mis pies congelarse por la fría nieve pero eso no me detuvo, nada más me quedaban 30 minutos antes de que el avión despegara, mi respiración estaba entrecortada, mis pies y mi abdomen me dolían pero aún así no me detuve, tenía que hacerle saber a Lee, que también me gustaba y que lo he amado desde el primer día que lo ví.

Mi cuerpo ya no podía seguir, me exigía que ya parara pero no podía hacer eso, me detuve por unos segundos para tomar un respiro, levante la vista y vi como un hermoso caballo blanco se acercaba a mí, ¿Que demonios hacía un caballo en este frío? Y sin pensarlo más, lo monte, había tomado clases de equitación así que no era difícil montarlo.

Me sentía como el príncipe encantador rumbo a rescatar a la princesa Fiona, que gracioso ¿no?

Llegue al aeropuerto y muchas personas me observaban, quizá pensaron que estaba loco por llegar en caballo a un aeropuerto pero no me importo y los ignore.

Entre a aquel enorme lugar buscando el rostro de mi mejor amigo, me rasque la cabeza, me estaba estresando, como demonios lo iba a encontrar entre tanta gente y de repente lo ví, el único con la cabellera morada, corrí rápido hacía él, salte sobre su delgado cuerpo enredando mis piernas en su cintura, casí tirandolo al suelo, luego tomé sus labios y lo bese, por fin lo bese y por un momento él se quedó paralizado pero luego correspondió besándome de vuelta.

—¿Han que haces?— Pregunto al separarse de aquel beso

—Sshhh— le dije colocando mi dedo sobre sus labios —No hables y escuchame.

—También me gustas Lee, me has gustado desde que eramos niños pero tenía miedo que me rechazaras así que te lo oculte pero luego de leer tu nota vine corriendo hacía ti para decirte que te amo y siempre te he amado.

—Espera ¿corriste hasta acá?— Pregunto asombrado.

—Amm si, había mucho tráfico y tu vuelo estaba apunto de salir no tuve otra opción— Respondí con calma.

—Estas loco Ha...— lo interrumpí
—Lee dime ¿sabes cuanto es 1+1? Dijiste que eras bueno en matemáticas.

—1+1 es igual a 1, Hannie

—Jajajajja Lee eres un niño de primaria acaso? ¿Por que 1+1 es 1? ¿Explícame?

—Pues por que Tú más Yo es igual a una pareja, así que 1+1 es igual a 1, así de simple Hannie.

—Espera, espera, ¿acabas de decir pareja?— Sentí que las mariposas en mi estómago se saldrían de la emoción.

—Si ardillita, ¿Quieres ammm... Queres ser mi novio?

—Claro que quiero tonto, he estado esperando por esto desde hace años—
Mis ojos se cristalizaron de la emoción iba a saltar pero me di cuenta que Lino aún me estaba cargando, mis mejillas se ruborizaron al instante y me baje de él.

—Lo siento— me disculpé.

—¿Por que lo sientes?—

Pasajeros con destino a New York por favor abordar el avión.

-Pasajeros con destino a New York por favor abordar el avión.

—Ese es mi llamado, tengo que irme, Hannie— Me beso nuevamente.

—Lo sé— Hice un puchero -volverás ¿cierto?

—Claro que volveré tontito, no puedo vivir sin tí— Minho me tomó de las mejillas y unió sus labios con los míos en un necesitado beso —Te amo, te llamaré y te escribiré todos los días para que no me extrañes ok.

—Solo vuelve a mi por favor— Se despido de mí con un beso en la frente y luego abordo el avión, yo me quede con el corazón roto, sabía que serían dos años muy difíciles de soportar sin él.

Al salir del aeropuerto ví que un auto muy lujoso estaba estacionado enfrente, habían muchos con ese estilo así que no le tome importancia y seguí caminando.

—¿Eres el chico del que mi hijo esta enamorado cierto?— Dijo una elegante mujer, me di cuenta que era la mamá de Minho.

—Buenas tardes señora Lee— La salude haciendo una reverencia.

—Sabia que te encontraría aquí— Ni siquiera me devolvió el saludo, que mal educada.

—Estuviste siempre bajo mis narices y no me di cuenta, el hijo de mi Chef, si crees que ya enredaste a mi hijo estas muy equivocado— Enredar a su hijo, está vieja está loca.

—Sube al auto— ordenó y no tuve más remedio que obedecer y subirme al carro —Tengo una propuesta que hacerte— dijo colocando su mano en mi barbilla, no dije nada dejándola continuar.

—Quiero que durante el tiempo que mi hijo esté fuera del país, tú no respondas ninguna de sus llamadas, que no lo contactes mantente invisible para él y si cuando él regresé aún te ama pues no me opondré en su relación— Si definitivamente está loca.

—Dime mi querido niño, ¿aceptas mi trato?— Sabia que todo esto era una trampa para mantenerme alejado de Lee pero también sabía que Lino me amaba y confiaba en él y que aunque yo desapareciera él me seguiría amando, así que acepte dicho trato estúpido, no tendría contacto con mi ahora novio durante 2 años.

—Esta bien acepto señora— Ellas sonrió, yo baje del carro y aquella mujer se marchó con una enorme sonrisa victoriosa en su rostro.

¡Eres Mi Otra Mitad! (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora