El Juego de Cupido.

-9-

Sebastián.

Me había cabreado ver a mi ex en ese lugar. Lo que más me sorprendió fue que estaba con el ex de Sam. No me supe controlar y de impulso la besé. Sentí en mi interior todo removerse, jamás en mi vida había besado a una chica de esa forma, lenta y delicadamente.

No llevaba con ella nada, la había conocido hace horas y ya me sacaba de mis casillas, aunque me encantaba como me sentía con ella.

Tuve que salir de ahí a fumarme un cigarro para poder relajarme. En cuánto lo termine la vi afuera del bar, mirándome desconcertada.

-Hey Sam. -Dije.

-Ya me iba. -Dijo caminando hacia su carro.

-¿Con que este es tu carro? -Pregunté.

-Si. ¿Algún problema? -Dijo. Ya había vuelto la Sam de antes. La chica que no se dejaba intimidar, solamente lo hacia con el idiota de su ex.

-¿Me das un ride? -Pregunté.

Quería tener su compañía, me agradaba, me hacía sentir diferente.

-Súbete. -Dijo. -¿Me das la dirección para colocarle en mapas?

-No te preocupes, puedo caminar cuando te estaciones en tu casa. -Dije.

-¿Cómo sabes donde vivo? ¿ME ESTÁS ESPIANDO? -Dijo en grito.

Reí.

-Créeme que no está en mis planes ni en mi tiempo hacerlo. -Dije.

-Estás loco. -Dijo.

-Tu me pones así. -Dije mirándola.

Vi como se removía en el asiento, de seguro la había puesto nerviosa, tenerla tan cerca me daba ganas de volver a besarla.

Después de 20 minutos llegamos a lo que se suponía que era su casa.

-Hemos llegado. -Dijo. -Enserio puedes darme tu dirección y te llevo, ya es un poco tarde y creo que empezará a nevar.

¿Preocupándose por mi?

-Yo también he llegado a mi casa. -Dije bajándome del carro.

-Espera. ¿Qué dijiste? -Pregunto.

La ignoré y la rodeé en su carro.

-Hasta mañana, vecina. -Me agache y le deposité un beso casto en sus labios. -Nos veremos pronto.

Vi cómo abrió los ojos como platos, se había quedado mirándome por el espejo del carro.