—Buenos días, mi p̧̓̒r̢̲̲͏͓i̡n̛c͏̶̣͚͙̊̔̿͜i̹̿̈͘̕͘͜ṕ̘̲̖͒́̈̔́e̛̲͕ͯͦ͘͢. Es un honor verlo, ella ya se ha retirado.
Lumine caminó con pasos regulados fuera del palacio, avanzaba con tranquilidad mientras observaba sus alrededores. Algúnas luciernagas bailaban en la entrada y regalaban una luz efímera que se desvanecía al segundo de aparecer.
El sol escalaba sin apuro hacia el cielo, alumbrando con sus rayos el mundo de Teyvat con despreocupación. Lo jóven viajera se asomó a la barra que seguía lo largo del camino, apoyando sus manos y observó el paisaje.
Ahora podía admirar con más detalles los grandes ríos que se formaban y entrelazaban entre si afueras de la gran ciudad, gracias a la vista, logró comprender en dónde estaba. Era el lugar más alto en Sumeru y podía ver todo desde esa superficie.
Unos campaneos suaves se escucharon acercandose a ella. Giró sin apuro su cabeza para encontrarse con Nahida, que con una sonrisa la observaba y una mirada radiante decoraba su rostro.
—Veo que disfrutas de las vistas —. Dijo la arconte.
—Es un regalo maravilloso tener el lujo de ver tu región desde las alturas —. Contestó la chica alejandose de la barra.
La reina menor soltó una pequeña carcajada sueve. —Todavía te falta ver mucho —. Dijo con calma —. Siguéme, viajera, tenemos que bajar —. Finalizó su oración y empezó a caminar, dirigiendose a una base redonda con sutiles diseños en el suelo.
—¿A dónde me llevas? —preguntó e inició su caminata siguiendo a su amiga.
—A la Akademia, tenemos una reunión importante allí —. Contestó.
Para Lumine fue una respuesta justa y no tenía ni un reproche al respecto, no quería preguntar más. Al levantar su mirada, dos grandes ramas salían de la plataforma y varias especies de aves descansaban allí. Los más coloridos tenían un pico largo y anaranjado, a pesar que su canto no eran tan encantadores como el de los demás pájaros.
Siguiendo de largo, con los ojos bien abiertos apreció las plantas y el musgo que habían por los caminos que junto a Nahida empezaron a seguir. Al costado del gran tronco se podían observar una gran cantidad de vida vegetal.
El camino era muy encurvado, daba la sensación que estaban bajando por una rampa. Aun que pensándolo mejor, no sería sencillo construir todo este templo sobre un árbol que era gigantesco. De todas formas, resbalarse allí significaría rodar cuesta abajo y no detenerse hasta llegar a un lugar firme, ese pensamiento no le pareció gracioso a la de cabello rubio, pero le venía una vaga anécdota de una niña relacionado al tema.
Descendieron hasta llegar al Jardín Razan, a su izquierda, un teletransportador azul flotaba. Hubiera sido más útil usarlo, pero no sabía como hacerlo.
—Estos es uno de mis lugares favoritos cuando voy caminando hacia la Akademia, me trae mucha paz —. Dijo Nahida, y se volteó hacia la viajera —. Por ende, quiero hablar contigo brevemente sobre como se hará tu tratamiento a partir de este momento, así cuando hablemos con él no te sentirás confundida —. Reposó su mano en su pecho y expectante esperó una respuesta.
Lumine frunció el ceño, se había olvidado del porqué de toda esta situación y recordarlo la hacía sentir ansiosa. 'Lo minímo que debo mostrar es interés', pensó. Al fin y acabo, sus amigos estaban empeñandose para ayudarla. Eso la hacía sentir culpable, no entendía todo este esfuerzo si ella nunca hizo nada por nadie.
El sentimiento era asqueroso y se sentía muy avergonzada como para preguntar. Se estabilizó y relajó su rostro.—¿Él? Oh, Cyno —. Contestó con una ligera sonrisa.
Nahida negó con la cabeza y miró a la viajera —. No, no es él. Se trata de un miembro importante de la Akademia, estuvo con nosotras cuando despertaste ¿Puedes hacer memoria? — preguntó.
Lumine miró pensativa hacia el cielo, intentando buscar la respuesta correcta. Estaba tomandose su tiempo... Demasiado para los horarios ajustados que tenía la arconte. Asi que la divinidad solo prosiguió con lo que iba a decir.
—No te preocupes, ya lo descubrirás en unos minutos —. Sonrió —. Mejor, te contaré sobre el tratamiento. A partir de ahora, estarás bajo supervición la gran mayoría del tiempo, esto es para ver como te desenvuelves en un entorno más amplio, podremos analizar mejor tu subconsiente y estudiar que tan fuerte fue tu colapso. Para conseguir aquello, necesitaremos contar con la ayuda de otras personas.
La viajera agachó la cabeza y solo asintió, no dijo ni una sola palabra.
—Tranquila, cuando lleguemos a la reunión, podrás entender mejor.
La arconte sostuvo la mano de la jóven trasmitiendole seguridad, pero la incertidumbre de la aventurera era algo que no fue susceptible para la vista. Ella lo intentaba, pero Kusanali debía aprender mucho todavía de las emociones humanas.
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Los caminos se volvieron más incómodos y encurvados, parecía un remolino por la forma tan rara que tenían. Marcó su final cuando una puerta de roble con una vidriera de colores esperaba cerrada en silencio para poder abrirse y revelar el interior de la gran Akademia. Era increíble, ésta era la única entrada y salida para dirigirse al palacio de Kusanali.
Lumine se quedó quieta viendo la puerta, un escalofrío recorrió todo su cuerpo y no puedo evitar temblar ligeramente.
La divinidad avanzó y la puerta se abrió en par, justo por la mitad, dejando a la vista la estructura de la Akademia y una fuente de agua que estaba estrategicamente ubicada en el medio de la sala. Ella avanzó y no se iba a quedar atrás, aún con las piernas temblando empezó a caminar intentando buscarle un ritmo a su respiración para estabilizarse.
Tenía que verse valiente, porque notó con rapidez la mirada de los estudiantes que se clavaban como hielo sobre su figura y los cuchicheos no tardaron en aparecer.
La sala no era muy familiar para la aventurera, pero la fuente le daba una agradable sensación. Sintió curiosidad por el lugar comenzando a ver todo lo que sus ojos le permitían, tanto así que al girar su rostro a su derecha, una punzada que se expandió como un charco sobre su pecho empezó a vaciar sus pulmones. Nahida esperaba con una sonrisa sobre una gigantezca puerta al final de un pasillo blanco para llegar a un lugar que le generaba desesperación.
Era el camino hacia la biblioteca, era notorio por los gigantes muebles que contenían miles de libros en cada una de sus estanterías.
Esa puerta es magnifica, tanto que era intimidante para alguien como Lumine.
Su cuerpo reaccionó automaticamente. Al recuperar su control, estaba caminando hacia el asensor en el medio de la sala con la puerta rechinando a sus espaldas.
《Bam》
Hizo la puerta... Y el silencio gobernó.
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Olvido
Fanfiction《Olvido》 Lumine cae profundamente en un sueño que al momento de abrir sus ojos, olvida todo lo que vivió y su motivo de existir en Teyvat. El mundo estará dispuesto a ser parte del proceso para que la viajera logre conseguir sus valiosos recuerdos...