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Decir que después de la recuperación de Taeyong todo había sido miel sobre hojuelas queda muy corto en comparación con la manera en que fluyeron las cosas después del accidente, una vez Taeyong estuvo recuperado por completo pudo volver a dar clases en la academia e incluso estaba tan motivado y libre con su nueva vida que, con ayuda de algunos contactos de Jongin, pudo publicar algunos de sus cuadros en una galería de arte local, las cosas no podían ir mejor.

Taeyong había decidido ir a terapia para superar el trauma que le había dejado saber la verdad sobre la muerte de sus padres. En ese aspecto las cosas no iban principalmente bien, en primer lugar lo habían citado con un tanatólogo de nuevo y segundo todo lo hacía a escondidas de su pareja. Le avergonzaba que Jongin se enterara de que a pesar de que casi habían pasado 8 años aún no superaba la muerte de sus padres, y el afrontamiento con Jaehyun había revivido su dolor.

Se encontraba en camino al consultorio del doctor Kim para recibir sus resultados del último psicoanálisis que le habían realizado. Estaba nervioso demasiado a su parecer, entro al consultorio y espero pacientemente a que la recepcionista dijera su nombre.

-Lee Taeyong- algunos minutos después fue llamado.

-Buenos días... Ya puede pasar- la chica le sonrió y él lo hizo de vuelta antes de susurrar un gracias.

Una vez dentro del consultorio saludo al doctor y tomo asiento en el sillón frente al escritorio.

-Señor Lee! Que bueno es verlo por acá- El doctor le ofreció una gran sonrisa.

-Ya tengo listo su diagnóstico...- hojeo los papeles en sus manos y después su semblante volvió a ser serio.

-Me temo que no es lo que esperábamos. Tras varias evaluaciones y diagnósticos, nos dimos cuenta de que ha crecido y manejado de la mejor manera el tema de sus padres.

-Pero también... Con ayuda de otros especialistas llegamos al diagnóstico de TLP.

Taeyong lo miro confundido esperando la explicación.

-En otras palabras es el Trastorno Límite de la Personalidad, este afecta gravemente el control de las emociones de una persona, junto a otras conductas claro... Varias que he detectado en usted- El menor estaba en blanco sentía que todo lo que me decía el señor Kim entraba a su cabeza y desaparecía hasta volverse nada.

-Pero... ¿Por qué? No estoy loco!-

El señor Kim apretó sus labios en una fina línea.

- Y yo no estoy diciendo lo contrario señor Lee, no hay de que preocuparse, esto puede ser tratado con medicamento y siguiendo con nuestras sesiones-

Taeyong se quedó en silencio, saber esto le daba un vuelco a todo lo que había pasado y cambiaba todo el plan de vida que había estado llevando.

-Pero... ¿Es curable? No puedo vivir así siempre- Taeyong mordía sus labios con nerviosismo.

-Como explicarle, no hay una "cura" como tal señor Lee, debe seguir asistiendo a las sesiones para aprender a controlar sus emociones y claro, en su caso va acompañado de medicamentos.

Esa tarde Taeyong salió del consultorio sintiendo su mundo tambalearse, ¿Cómo iba a vivir así?


•••



"Lee Taeyong

Es un gran honor para mí ser parte de tu arte, ojalá pudiéramos vernos otra vez.

X's
JY"

Jongin leyó la carta en su escritorio unas diez veces por no decir que más. Esta mañana un ramo de rosas junto a esa tarjeta había llegado a la oficina de Taeyong. Mordió sus labios pensativo ¿JY era quien él estaba pensando?.

-Buenos días a todos!- La voz de su enamorado resonó en la sala de maestros y rápidamente puso la tarjeta de vuelta en el ramo.

-Hola, bebé- Taeyong dejo su mochila en su escritorio y miro a Jongin con una sonrisa de oreja a oreja -¿Qué pasa?- preguntó al ver la expresión seria de su novio. Jongin señaló las flores en el escritorio y el menor lo vio confundido.

-Tienes un admirador secreto- murmuro Jongin relajando sus facciones y esbozando una pequeña sonrisa al ver a Taeyong sonrojarse.

-¿Qué?- Taeyong husmeo en las flores buscando la tarjeta -Como sabes que son para mí- Taeyong río nerviosamente. Tomo la tarjeta que anteriormente había tomado él. La leyó y no pudo evitar que una gran sonrisa apareciera en sus labios, demasiado.

-El repartidor llegó preguntando por ti- Jongin se puso de pie y paso sus manos por las caderas de Taeyong- ¿De quién son bebé?- preguntó desconcertado por la reacción tan efusiva del menor. Taeyong simplemente negó y guardo la tarjeta en su bolso.

-Cambiando de tema... ¿Viste que varías de tus obras en la galería fueron compradas? - Taeyong asintió efusivamente y la sonrisa en sus labios se hizo aún más grande.

-Por supuesto lo he visto está mañana, Irene se encargó de informarme muy temprano- Irene es la directora de la galería, ambos rieron pues desde el momento uno los había animado y casi presionado en poner a la venta los cuadros -Me dijo que ofrecieron mucho dinero- Taeyong no dejaba de sonreír y algo le decía a Jongin que no era específicamente por los cuadros.

-Lo estás haciendo muy bien cariño...- Jongin lo animó y Taeyong se sonrojó ante sus palabras.

-No sabes cuánto te amo- Dijo Jongin viéndolo a los ojos y Taeyong solo sonrió para después abrirse camino a su salón de clases, sin siquiera despedirse.


•••


Jongin cumplió la promesa que le hizo en el hospital, estuvo a su lado durante su proceso de recuperación apoyándolo en todo lo que podía, lo acompañaba a sus sesiones de fisioterapia después del accidente, sin embargo tenía ese sentimiento que no lo dejaba en paz los últimos meses, derrepente se peleaban más seguido, duraba días sin pasar tiempo con él aparte de estar en la academia unas cuantas horas, le preocupaba sí, pero sabía que podrían ser estragos de la situación que había pasado así que solo lo dejaba pasar, siempre, por más grave que fuera la conducta del menor, lo dejaba pasar aunque doliera. Lo quería demasiado.

-No te entiendo- Lucas dio un sorbo a su café -¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de leer esa nota?

-¿No tienes miedo?- Preguntó Jungwoo, ese mismo día más tarde Jongin se había reunido con Lucas, Jungwoo y Ten para desayunar, en los últimos meses Lucas y Jongin se habían vuelto muy cercanos, solían quedar muy seguido con todos los demás en cafeterías o restaurantes, pero Taeyong casi nunca podía asistir.

-¿Miedo?- Jongin lo miro confundido -¿De qué?

-De que te haga lo mismo que a Jaehyun- Todos en la mesa sisearon al escuchar las palabras de Lucas -¿Qué? Todos aquí estamos pensando lo mismo, no me pueden decir que no-

-Basta! No lo escuches, definitivamente eso no va a suceder- Dijo Ten mientras pateaba a Lucas por debajo de la mesa.

-De hecho... Lo había pensado, pero no lo creo, él no lo haría ¿Cierto?- pregunto sintiéndose inseguro derrepente, todos guardaron silencio.

-No, claro que no.- Dijo Ten sintiendo la mirada de la pareja frente a el- Lo que él siente por ti es... genuino- Ni siquiera Ten estaba seguro de lo que decía, Taeyong había cambiado tanto que sentía que ya no lo conocía.

-Okay... Dejen de ser paranoicos vinimos a pasar un buen rato hay que cambiar de tema.

Jongin sonrió y murmuró un pequeño 'de acuerdo' antes de seguir desayunando.



LIAR | jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora