Rei está embarazado, en primera él no sabía que podía quedar en cinta.
No sabe si quiere tener al bebé, le da miedo y no se cree capaz de poder cuidarle adecuadamente.
Rei tiene muchos traumas, la mayoría causados por su propio padre.
Su encuentro...
TW: Referencia a violaci0n, procesos médicos sin consentimiento (idk cómo se diga), mención de abort0, coito un poco explícito(?)
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Mierda, ¿el sexo podía sentirse así de bien?.
Fuertes estocadas hacían que su cuerpo temblara de excitación, Kazuki se encargaba de en cada una llegara su próstata, Rei sentía que se derretía con cada una, su boca de encontraba ocupada por los labios de su contraparte callando así sus gemidos; durante mucho tiempo el sexo lo relacionó con el dolor, pero esta vez era diferente, a pesar de ser algo casual, producto de la borrachera, se sentía genial; sus brazos abrazaban con fuerza el cuello del rubio, sus piernas por puro reflejo rodeaban su cintura para evitar que se alejara.
Ni siquiera recuerda cómo llegaron a la habitación de Kazuki si en teoría estaban tomando abajo en la sala, pero le gustaba la sensación de ser jodido en algún lugar suave y con una higiene básica. Pronto, Kazuki se alejó de su rostro para tomar aire, Rei esperaba volver a iniciar otro beso, pero en cambio sintió cómo lamían uno de sus pezones, no sabía que esa zona podía ser un punto erógeno, al poco tiempo comenzó a gemir con fuerza, tratando de aminorar el sonido de su voz tapando su boca con una de sus manos.
Kazuki lamía y chupaba su pecho cómo si esperara sacar algo de ahí (aunque bueno, en algún momento llegó a lactar, pero eso era algo que el rubio desconocía). — Rei, eres muy atractivo, ¿te lo han dicho antes? – habló deteniendo un poco sus movimientos, su mente estaba nublada en el buen sentido, simplemente podía decir que sí entre leves gemidos; nuevamente otro beso, Kazuki había comenzado a masturbarlo al compás de sus estocadas, cosa que terminó con el más bajo diciendo sin parar el nombre del contrario, no quería que se retuviera, el sexo era increíble.
No había alguien agarrando sus muñecas o lastimándolo, simplemente el rubio embistiéndolo dulcemente y sin dejar de ser duro, estimulando su cuerpo en todas las áreas posibles, teniendo el tacto que nunca esperó recibir en esta clase de situaciones. Rei modió sin mucha brusquedad el hombro de Kazuki, una acción por mero impulso para evitar hacer ruido, en realidad era el que más marcas dejaba, el rubio sólo besaba y chupaba en áreas no tan visibles.
Podía sentir las calientes manos recorrer sus muslos, los labios besando su pecho y cuello, el ancho pene del rubio entrar y salir de él sin tregua alguna; sensaciones así solían darle asco, pero ahora sólo quería más de eso, quería ser amado de ese modo por el resto de su vida, aunque sabía que no podría ser así, esto era una noche pasajera, un tema del que seguramente no volverían a hablar una vez que amaneciera. Aunque Rei sabía eso, quería creer que esto se podía repetir, era la primera vez que tener sexo no era doloroso, ahora entendía porque a los demás parecían disfrutar tanto de él, aunque también seguía sin comprender cómo otros dañaban para obtenerlo, seguramente si supiera que Kazuki no lo disfrutaba él tampoco lo haría, ¿entonces porque existía gente que parecía que esa idea des excitaba más?
— Rei, ¿Te sientes bien? – Las estocadas cada vez parecían ser más desorganizadas, el rostro del rubio estaba más rojo de lo habitual y su voz temblaba un poco, eso le pareció muy atractivo, no podía hablar, simplemente movía la cabeza para dar respuesta a sus preguntas. Tener sexo con Kazuki era muy bueno, deseaba que esto durara para siempre, pero pasando unas caricias, besos y minutos el rubio lo llenó con su semilla, por un momento Rei se sintió con miedo de quedar embarazado, pero a los pocos segundos recordó que eso ya no era posible. A pesar de que el más alto había acabado no detuvo su mano hasta que el de cabello oscuro eyaculó manchando el abdomen de ambos. Su corazón estaba acelerado, repentinamente se sentía más sensible de lo habitual, ¿Qué seguía?, normalmente se desmayaba en medio del acto, por lo que (que él recuerde) nunca llegó hasta este momento.
