ii

842 94 9
                                    

era martes ó probablemente ya sería jueves, no lo sabía, sería quizá el medio día ya o la noche estaría por tomar su turno cubriendo la ciudad de oscuridad y de aún más peligros de los que asechaban en el día, la herida en su pierna izquierda había dejado de sangrar pero aún dolía, su cara estaba entumecida ya, seguramente hinchada también, le dolían los brazos y no sentía los dedos de las manos, estaba seguro de que al menos conservaba algunos de ellos todavía, nadie le había visitado en largas horas, había escuchado pasos acercarse, alguien suplicar y gritar de dolor, pidiendo ayuda pero no había visto a nadie, había escuchado el sonido de las ratas al correr de aquí para allá por la habitación en la que se encontraba un par de veces había caído en el delirio a causa de la fiebre que la herida de su pierda y que los cortes de sus dedos le habían provocado, los cuales terminaban en colapsos y pérdidas del conocimiento pero al despertar aún seguía ahí, en aquel oscuro, lúgubre y mal oliente lugar

—volviste a despertar

frío

—creí que por fin habías muerto y eso me decepcionó un poco

no había arrepentimiento en su voz, tampoco dolor o tristeza, aquel ser seguramente no conocía lo que era eso, en su lugar había sólo diversión y malicia

—pero me alegra tanto que sigas con vida

la falsa sonrisa en su rostro le estaba provocando nauseas o probablemente se trataba del repulsivo aroma a podrido y alcantarilla que les rodeaba lo que le estaba jugando en contra a su estómago

—¿por qué aún no me matas?

—no lo sé —admitió pensativo

le irritaba bastante su tono de voz, tratando de parecer amable e inocente cuando claramente era un hijo de puta

—si me mantienes vivo con la esperanza de que te diga algo estas muy equivocado, vas a tener que matarme ahora antes de que si quiera te diga algo

—¿por qué tú y los que son como tú siempre me dicen lo mismo?

soltó a modo de rabieta mientas pateaba el suelo, la paciencia se le estaba acabando, pronto perdería la cabeza y lo mataría

—vamos, solo tienes que responder una sola de mis preguntas

soltó una carcajada totalmente desquiciado antes de tomar el cuchillo que guardaba en su bolsillo y acercarlo a la mejilla de aquel hombre

—solo tienes que decirme dónde tiene ese bastardo a mi corderito y te prometo que tu muerte será rápida y no tan dolorosa







•••











la mañana había sido mucho más caótica de lo que a jimin le hubiera gustado, su ánimo había disminuido apenas pudo abrir los ojos

esa mañana al despertar namjoon le esperaba en la puerta de lo que era su pequeña ratonera, lo suficiente grande para marcar la diferencia con los nuevos pero no lo suficiente grande para alegrarse mucho

—acompáñame minie

jimin lo sabía, sabía porque el moreno estaba ahí y no era para nada bueno

—no, por favor no, no me hagas esto

—minie por favor no me hagas hacerlo por la fuerza

pero a pesar de que las palabras de namjoon eran calmadas y dejaban bien en claro que no era su intención lastimarlo no le dejaba más opciones

—mierda minie, no me hagas esto tú a mí, sabes bien que sólo es mi trabajo y si no vas por tu propia cuenta tendré que obligarte

—yo no quería, te prometo que fue hope hyung quién me besó

la desesperación lo había hecho entrar en pánico, no sabía lo que le pasaría y su futuro incierto le aterraba más que incluso ir frente al jefe porque sabía que probablemente no saldría de ahí con vida y si lo hacía no sería más que para ser enviado a subasta

—por eso fue que anoche estabas tan alterado ¿verdad?

—yo nunca haría algo que está prohibido pero por favor no me lleves con él no lo volver...

—mi precioso pollito —sus palabras quedaron estancadas en su garganta apenas escuchó aquella voz— ¿por qué no quieres venir a ver a papi?

su cuerpo continuo temblando, el pánico apoderándose de él poco a poco y después de eso todo se volvió aún más caótico

—minie por favor, te prometo que no te voy a dejar solo, haz caso por favor —susurró—, sabes que no le gusta que lo hagan esperar, podría ser peor

—tráelo aquí

ordenó y muy a su pesar, namjoon tuvo que hace caso tomado a jimin de los brazos y ejerciendo más presión de la que le gustaría haciendo que jimin chillara a causa del dolor

—hyung por favor

continuó suplicando por el resto del recorrido, sabía muy bien que irían a la oficina del jefe, jimin gritaba y pataleaba mientras las lágrimas seguían cayendo por su rostro, poco le importaba si alguien ahí lo veía, había perdido su dignidad hace tantos años que poco le importaba, había visto y escuchado a tantos rogar por su vida y suplicar que no los llevaran a aquel lugar, incluso había sido uno de ellos en sus primeros años pero jamás habría imaginado que tendría que volver a aquel lugar

—gracias por traerlo namjoon, puedes irte

la intención del moreno no era dejar solo a jimin con todos aquellos hombres pero tampoco había mucho que pudiera hacer

—hyung por favor no me dejes —suplicó aferrándose al torso del mayor—, hyung no dejes que me mate, por favor dile que yo no lo hice ¡dile que yo no quería!

dos segundos después la puerta fue cerrada dejando a jimin adentro con aquel hombre, podía escuchar el llanto de jimin, las suplicas y solo le quedaba esperar que no fuera algo tan grave...

DEVILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora