DEVIL

iv

los labios resecos, el dolor en su pómulo derecho la poca fuerza en su cuerpo, a penas podía arrastrarse un par de centímetros del suelo antes de agotarse o que alguna parte de su cuerpo le doliera en exceso

había perdido la noción de las horas que había pasado ya ahí, solo sabía en ese momento que seguía vivo pero no podía asegurar cuánto tiempo más lo mantendrían ahí abajo, jimin sabía bien que iba a morir, había cometido la imprudencia de arruinarle la cara a la mejor adquisición del lugar

gigi había llegado al día siguiente del insistente con hope burlándose de él, diciendo que ella ya sabía cuál sería su castigo, le aseguró que el jefe había tenido una charla con ella, que aunque no le pudiera creer ella intentó persuadirlo para que no lo mandaran a subasta pero que nada había valido la pena que el jefe estaba decidido porque al final jimin era un estorbo que ya no le servía, así que sería más fácil deshacerse de él y conseguir una suma de dinero medianamente aceptable considerando que jimin no era alguien que valiera algo

fue ahí cuando jimin perdió el control, y se lanzó sobre ella, poco le importaba que fuera menor que él, se sentía frustrado, enojado y aterrado, todo aquello sumado a la sobre estimulación que su cerebro había tenído en las últimas horas le jugaron en contra

—¡mimi no!

escuchó el grito desde la lejanía pero ya era muy tarde, había causado un gran corte en el pómulo derecho de gigi con uno de los cristales del espejo que cayó cerca de ellos y se había roto, gigi soltaba alaridos sin control mientras se removía histérica bajo jimin y la sangre corría por su rostro manchando todo a su paso

estoy muerto — pensó atónito mirándose las manos; eso no iba a terminar nada bien

—levántalo, el jefe tiene planes para él

no lo habían alimentado en todo el tiempo que llevaba ahí, solo se habían limitado a darle un pequeño vaso de agua cada cierto tiempo, agua que seguramente tendría alguna sustancia ya que después de beberla el cuerpo dejaba de responderle y se le nublaba la vista, era aún menos consiente de lo que pasaba realmente a su alrededor pero sabía bien que había gente viéndolo, quizá los matones del jefe, quizá sus clientes asquerosos listos para aprovecharse de la situación en la que se encontraba

—vamos mocoso idiota, es hora de la subasta

no, no, no,

jimin prefería morir ahí mismo que dejar que eso pasara, pero su cuerpo no respondía en su totalidad, quería correr, gritar, pedir ayuda, sabía que eso sería algo estúpido ya que nadie en aquel lugar se atrevería a ayudarlo pero prefería hacer el intento y que uno de aquellos hombres lo matara por desobedecer a terminar en aquella tarima, mientras los clientes asquerosos ofrecías cifras desastrosamente ridículas por ellos

—entra ahí idiota —dijo el hombre arrojándolo a una habitación vacía, cerrando la puerta tras él

jimin había estado ahí muchas veces como acompañante pero sabía bien que ese sería el último día que pasaría ahí, si nadie lo escogía lo matarían, no le perdonarían lo que hizo, era la forma más lenta de deshacerse de él

—bienvenidos sean todos esta noche nuevamente

¿esa era la vos de..?

se le erizó la piel, claro, por eso nadie le había hecho nada a j-hope cuando fue él quien había besado a jimin, j-hope lo había mandado a su muerte

ese día en la subasta solo había encendidas tres pantallas, normalmente más de seis pantallas estaban encendidas pero ese día solo había tres, jimin comenzaba a dudar que si quiera hubiera alguien tras las pantallas encendidas, estaban jugando con él, lo iban a torturar de aquel modo