Capítulo 2: Camila

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Narrado desde el punto de vista de Camila.

Después de dejar la universidad, me fui de casa, empecé a trabajar en una tienda de mascotas, mi puesto era ser cajera y asistente,  un trabajo de  tiempo completo, abrir a las 9am y cerrar las 9pm, ganando el sueldo mínimo me ayudaba a tener un departamento pequeño en el centro de la ciudad.

Las razones por las cuales deje la universidad fueron el ambiente tóxico de tener que convivir con gente que se creía superior al resto por tener plata, sentirme rebajada por no tener ropa decente ni materiales para las clases, no encajar en sus estándares, los profesores te miraban solo como una bolsa de dinero más, no había vocación de enseñar, y cuando ya tenía que trabajar para pagarme mi carrera (en ese tiempo trabajaba 3 días a la semana como mesera en un bar), no tenía tiempo de estudiar, y la única manera de hacerlo era con la ayuda de sustancias estimulantes, cocaína especialmente, te mantiene despierto, pero la abstinencia era más grande.

Nunca le conté a Hans mis hábitos viciosos, era mi único amigo y casi novio, me gustaba mucho, pero me gustaban más las drogas y sabía que el no iba a aceptar eso, su tío era alcohólico y tenía un historial extraño de adicciones en su familia, no quería ser una carga más, además cada vez que tocabamos el tema de probar alguna droga sea legal o no, decía que el ya era feliz, que no necesitaba una línea o un marihuana para reír, simplemente no le respondía nada, el ya sabía que yo había probado más de una vez distintas cosas, pero no sabía lo constante, recurrente y emoción que a mí me causaban.

El estrés, la depresión, las drogas solo hicieron que me diera cuenta que yo no era el tipo de persona que merecía tener una educación superior ni merecía a Hans como amor. Yo ya estaba dañada, sucia y las personas a mi alrededor se veían aún inocentes, limpias, como si nunca hubiesen tenido un rasguño.

Veterinaria
Uno de los beneficios de trabajar allí, era tener acceso a medicamentos fuertes, como la ketamina, una anestesia para caballos y perros, con un frasco al mes podría cocinarla lo suficiente para que me durará dos meses, consumiendo y vendiendo. Y aparte de eso, conseguir el descanso que tanto necesitaba.

Bar
Cuando trabaje ahí, conocí al mejor estimulante, que te mantiene despierto y energético sin necesidad de comer,no causa hambre ni sueño, la cocaína, para una persona sin tiempo y con anorexia era mi mejor aliada.

Podía pasar cuatro días sin comer cuando no veía a Hans, ya que no tenía más amigos que no fueran dealers.No quería contarle de mis vicios a Hans, prefería que tuviera la mejor versión falsa de mí, la única parte que seguí pura y inocente, así que le oculte, evité y aveces soñaba con tener una vida junto a el, una sana sin drogas, solo nosotros leyendo y hablando estupideces, yendo al parque, cines, museos, pero mi vida no era así, era tóxica, rota y no podría arruinarlo con mi verdadera identidad.

Lo quería tanto como para hacerle tal daño. Y a la vez quería tanto no estar conciente, más que mis metas, amores y familia. Para mí, Hans era puro, era mejor que los demás, era mejor que yo, mejor que la gente con la que me juntaba, me hubiese gustado haber crecido como él, con la perspectiva que tiene sobre la vida, que sienta las personas y situaciones siempre como la primera vez, que no necesite un estimulante para sentirse bien o triste.

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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