El fuego.
Hay filósofos que dicen que el origen de todo lo conocido es, y por su naturaleza destructora que da paso al renacer, el fuego.
Esa flama que con un toque consume todo lo que sus lenguas alcanzan.
Ese calor que se extiende por el cuerpo cuando la pasión despierta e inunda los sentidos.
Ese éxtasis que los atrapaba en la danza que sus labios ejecutaban con cada beso, toque, caricia y jadeo que se escapaba estando solos en ese cuarto. Cuando dejaban a sus cuerpos hablar, o aparentar que estaban en la misma sintonía.
— Ya debo irme — mencionó con pesadez el rubio, incorporándose en la cama, solo para sentir nuevamente las manos del contrario en su cintura, apegándolo a él firmemente, arrancándole un jadeo mezclado con una suave risita.
— Sigue siendo temprano, ¿estás de prisa? — murmuró con voz ronca a su oído, pegando con sutileza sus labios a este, besándolo suavemente.
— Hmm... No realmente — respondió en un suspiro, sonriendo internamente cuando volvieron a envolverse en esos húmedos besos.
Estaba siendo tan fácil...
No necesitó tantos meses como creyó para engatusar a Kim.
Bastaron unas cuantas miradas, pocas palabras lindas y su mera existencia para que Geonhak "decidiera" tornar su "amistad" en algo más.
Todo iba conforme al plan...
— No pensé que ese idiota fuera a caer tan rápido — comentó en la cena, viendo con indiferencia el collar de pareja que Kim le había regalado unas horas atrás.
Él tenía el Yin y Geonhak el Yang, curiosamente no había visto otro juego similar entre los collares del cajón.
Era el primero al que se lo regalaba.
Y el significado no podía caerle mejor.
Como anillo al dedo.
— ¿Estás seguro de seguir con esto? — inquirió Yeo, observándolo con cautela, recibiendo de inmediato la obvia mirada inquisitiva del menor.
— ¿Por qué no lo estaría? — pregunta de vuelta. El mayor de los tres convivientes suspiró antes de tomar la mano libre del rubio, mirándolo con preocupación.
— ¿No temes caer tú? Porque existe esa posibilidad también... No quiero- — un carraspeo de Hwanwoong interfirió aquel comentario, haciendo a Keonhee rodar levemente sus ojos y rectificar el enunciado — No queremos que te lastime, no lo soportaría — explica apartando levemente su mirada, cosa que el menor también hizo, abrumado por sus propios pensamientos y recuerdos que empezaban a inundarlo como cada vez que veía al alto.
Lee y Son tenían su pequeño fragmento de historia.
Habían estado juntos mucho tiempo atrás, pero dejaron todo en stand by cuando el menor del grupo decidió transferirse a otra sede, pues la distancia era algo que ninguno estuvo dispuesto a soportar.
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I would be the one to T4KE (LeeOn)
Fanfic"Puedo arruinarte en donde sea..." Geonhak jamás imaginó que tras esos adorables ojos podría esconderse tal sed de venganza... SE TRATAN TEMAS FUERTES, POR FAVOR MANTENER LA RESPECTIVA DISCRECIÓN ⚠ HISTORIA TOTALMENTE MÍA ⚠ Todos los derechos reserv...