❦ 03 • Una descabellada época para despertar ❦

308 127 390
                                    


❦ CAPÍTULO TRES ❦

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO TRES

Todos los humanos se han vuelto locos...¡Total e irremediablemente desequilibrados!

  Esta no es la primera vez que me he encontrado a un conocido y que se sienta diferente o que huela distinto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  Esta no es la primera vez que me he encontrado a un conocido y que se sienta diferente o que huela distinto. Vivir por demasiado tiempo conlleva a que presencies muchos eventos extraordinarios, a que conozcas a una infinita cantidad de personas, de creencias y personalidades, algunas que colisionan con otras.

Presenciar como la esencia de una misma alma vuelve al mundo, mucho tiempo después, en una nueva vida, es algo que he visto más veces de las que me gustaría recordar.

Pero sin duda alguna, esta es una ocasión un poco distinta.

Porque aunque su aura es similar a lo que recuerdo. Su esencia denota un cambio que jamás imaginé que sucedería. O más bien, nunca tuve la oportunidad de pensar mucho al respecto. Nuestra separación fue tan abrupta como nuestro primer encuentro, hace tantos siglos atrás. Pese a que se siente como si hubiese sido ayer.

¿Quién siquiera hubiera pensado que lo volvería a ver así, como un mortal?

—Oye, ¿podrías dejar de mirarme así? —habla, luego de haberse mantenido en completo silencio durante los últimos diez minutos.

Los mismos diez minutos que llevamos sentados, uno frente al otro, en lo que aparece ser un establecimiento humano. Según lo que pude apreciar antes de ingresar es una especie de: «Pastelería & Panadería: Mis Delicias», lo que explicaría el olor empalagoso y fuerte que se mantiene en la estancia, que incluso a sus afueras se percibe.

Agradezco que estemos un poco alejados de la multitud de mortales que entran al lugar. Tantos nuevos aromas extraños, me causan un poco de jaqueca. En especial porque más allá de los alimentos que consumen, estos humanos no parecen tener esencias muy agradables.

«¿O es que acaso siempre olieron tan... nauseabundos? No, no. Quizás es este clan los que tienen la anomalía», reflexiono para mí mismo.

La única excepción a esto, extraordinariamente, es el humano que está sentado a un metro y medio de mí. Su vestuario es similar al que tienen el resto de los mortales, con la única discrepancia de que lleva una capa roja que cuelga por sobre sus hombros. Y que hace unos veinte minutos, cuando nos encontramos en la plaza, se sacó de la boca unos dientes falsos. No sé qué clase de broma es esta, ¿estaba acaso fingiendo ser un vampiro? ¿Por qué la dentadura ficticia? ¿Esa es su manera de mezclarse con los humanos, fingiendo ser algo que no es? Tengo la intención de preguntarle sobre ello más tarde.

Manual para no morir desnutrido y sin glamourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora