Relatos

Mis alas

Cerró los ojos apretando los párpados, probando a ver si se despertaba de una vez, queriendo que eso fuera solo un estúpido sueño, que eso no fuera verdad. Pero cuando abrió los ojos, volvió a caer en la cuenta de que todo era verdad. El se iba a marchar, y no había vuelta atrás.

Miró adelante, y ahí estaba él, tenia los ojos húmedos, y una sonrisa nostálgica, la miraba intentando guardar esa imagen para siempre, no olvidarse de ella nunca.

Se acercó a ella y la abrazó, ella enterró su cara en el hombro de él, aspirando su aroma por última vez... Tras unos minutos se soltaron, él subió al avión, y ella al coche, no cruzaron palabras, no había manera de expresar lo que sentían...

Llegó a casa destrozada, hecha un mar de lágrimas, lágrimas silenciosas, oscuras, dolorosas como cuchillas. Abrió la puerta de su habitación y lo primero que vio fue un pequeño sobre blanco sobre su cama. Corriendo fue a cogerlo.

"Querida princesa herida:

Siento haberme ido, siento no estar junto a ti, sabes que no tenía opción. Por favor, me costó mucho curarte, no te hieras de nuevo, tan solo recuerda, recuerda me, recuerda todos los momentos que estuvimos juntos, hazlo como si fueran hoy, y yo te prometo que volveré.

Nunca me olvides, por que tu eres mis alas, y yo soy las tuyas. No te olvides de eso, por favor, espera me de nuevo.

Tuyo por siempre
Ethan"
Rebuscó en el sobre y vio un collar con unas alas, unas alas negras. Cogió el dije y fue mirándolo detalladamente. Al darle la vuelta vio grabado un mensaje:
"Mis alas, únicas y eternas
E.M."

Desde entonces llora todas las noches, llora recordando su hermosa sonrisa y su despeinado pelo negro, sus bellos ojos y extrañando como se sentía volar junto a el, dejando que las mariposas que tenía en su tripa la elevaran por los aires junto a él, todos los días lloraba con el collar, todos los días, junto a él.