Capítulo 4

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Dos semanas después...

Son las 2 am y no hay manera de conciliar el sueño, no dejo de dar vueltas en la cama pensando en estas últimas semanas.

Las cosas con Coop van bastante bien, a medida que pasan los días me aseguro cada vez más de lo que siento, cada día que paso a su lado me aseguro que sigo enamorada de él, pero debo intentar controlar mis sentimientos.


Sigo sin poder dormir, estoy desvelada, no sé que puedo hacer para conciliar el sueño, quiero dormir, quiero ver a Coop...no, no he debido pensar en eso.

Cuando me quiero dar cuenta estoy parada frente a la puerta de su habitación, ¿Cómo he acabado aquí? Lo mejor será que vuelva y siga dando vueltas en la cama, pero pienso que a estas horas, Cooper estará bien dormido y no se enterará que he estado aquí, esta es una oportunidad que nunca se sabe si se llegará a repetir.


Cojo aire, me armo de valor y me decido a entrar. Está todo oscuro, no veo nada, decido avanzar sigilosamente por la oscura habitación intentando no tropezarme con nada. Cuando mis ojos se empiezan a acostumbrar a la oscuridad, veo que no hay nadie en la cama y en ese momento me giro hacia la puerta para irme de vuelta a mi habitación, pero no puedo, algo impacta contra mí de tal forma que acabo con la espalda pegada a la pared, mierda, ¿Qué acaba de pasar? No tardo en darme cuenta que he cerrado los ojos, por lo que inmediatamente los abro, y para mi sorpresa Cooper es el que me sujeta con fuerza.


-¡Eres un completo idiota! ¡Sabes el susto que me acabas de dar! ¡Suéltame si no quieres quedarte sin futura descendencia!-Cooper me tiene bien sujeta de las muñecas, las cuales se encuentran a ambos lados de mi cabeza.


-¿Enserio crees que con una de tus amenazas me asustas, Charlie?

-Te recuerdo que acabaste en el suelo gracias a mi rodilla, ¿realmente quieres correr el riesgo de volver a provocarme?-intento no parecer "débil" delante de él.


-Dime, ¿que se te perdió en mi habitación a estas horas de la noche?-pregunta sin hacer caso a lo que le acababa de decir.


-Ehh...bueno yo...el baño estaba ocupado y se me ocurrió usar el tuyo-bien Charlie, muy convincente por tu parte.


-Si tú lo dices. Solté un gruñido lo suficiente alto como para que me escuche.


-Sabes Charlie...-dijo acercándose más a mí. Dirigió su mirada a mis labios e involuntariamente me los humedecí-no te haces una idea de las ganas que tengo de besarte en este momento...


Mierda. Se supone que quiero evitar todo esto, pero así...así es imposible.


Bajo la mirada hasta sus labios, ¿des de cuando me parecen tan apetecibles?


-Ehh...yo...esto...-¿pero qué demonios me está pasando? Relax Charlie, relax.


-Charlie, se me hace tan difícil volver a verte cada día, no sabes cuánto me cuesta contenerme, no sabes cuánto.


-Coop, yo...-¿Qué le digo?, ¿Qué hago?


-Tranquila, entiendo que dejaste todo lo que pasó atrás, lo entiendo de verdad. Solo que bueno, yo no he sido capaz.


No soy capaz de decir nada, no puedo de dejar de mirarle fijamente a los ojos, tengo miedo de pestañear, tengo miedo de que todo esto no esté pasando realmente sea únicamente un sueño. No quiero que sea un sueño, quiero que sea real.


-Por favor Charlie, dime algo, necesito que me digas algo...-pidió con tono triste.


No puedo, no puedo contener las lágrimas que invaden mis ojos al instante.


-Hey, no llores, tranquila, dime que ocurre, pero por favor no llores-dijo mientras secaba algunas de mis lágrimas que caian por mis ojos.


-No puedo, de verdad que no puedo-intenté decir más para mi, pero al parecer escuchó.


-¿Qué es lo que no puedes?


Sin esperar un segundo más uní nuestros labios en un beso desesperado y apasionado, uno que llevaba demasiado tiempo esperando, y fue ahí cuando me realmente me convencí que no puedo hacer nada por evadir mis sentimientos hacia Cooper.


Y es que nadie elige de quien enamorarse, y nadie puede parar ni controlar el amor que puedes llegar a sentir hacia una persona, y esa persona es Cooper.


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Cooper y Charlie en multimedia

Mi deseo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora