✨ Prólogo✨

12 3 0
                                    

Leinar corría sin rumbo fijo, su mirada se empañaba por las gotas de sudor carmesí que rodaban desde su frente hacia sus ojos. Sus piernas a cada rato le fallaban, el pantalón desgarrado y sus rodillas ensangrentadas eran las consecuencias de tantas caídas. Resultaba increíble que un hombre que había sido considerado débil tuviera suficiente voluntad como para correr a pesar de su cuerpo escueto y enfermizo y las tantas heridas que se veían a través de su ropa de "héroe" Segundos después, varios espasmos musculares lo hicieron detenerse y apoyar su cuerpo en una roca, ya no oía los ladridos de los perros o el infinito trotar de los caballos reales. Con esfuerzo se sentó en la parte superior de la roca, oculto entre las ramas de un sauce inferno, y lloró por primera vez, en honor a sus compañeros caídos. Le resultaba increíble cómo un plan infalible había quedado reducido a cenizas por la mascota y los soldados del emperador; aun resonaban en sus tímpanos los miserables gritos que se filtraban por los barrotes de las celdas del castillo.

ANIQUILACIÓN: la única palabra que resonaba en su mente cuando se arriesgó a liberar la magia que le había acreditado como héroe y... huir de su destino: la muerte. Lloró durante varios minutos o tal vez horas, hasta que un sonido conocido interrumpió sus sollozos y lo hizo guardar silencio.

Se asomó con sigilo a través de las enormes hojas cobrizas del árbol que lo recubría y vio como miles de demonios alistaban su campamento en una zona cercana a él. Leinar tembló, desde muy pequeño le habían inculcado que los demonios eran los seres más crueles que existían.

Se acurrucó en donde estaba y tuvo que ahogar un gemido debido al dolor que le causaban las heridas que tenía su cuerpo. Una vez más gimió silenciosamente y dejó que las lágrimas cayeran por sus pálidas mejillas; entre el llanto y recuerdos tristes, sus párpados se cerraron. En sus sueños, recordó cómo el héroe y sus seguidores le habían enseñado a moldear su magia, logrando un calor en la parte baja de su abdomen. Despertó debido a risas que se le acercaban, pero que pasaron de largo por su lado. Suspiró de alivio y descubrió un abultamiento un tanto placentero en su zona baja; muchas veces sus compañeros habían logrado este resultado en él, sin embargo, nunca le explicaron qué significaba, solamente sabía que se iba con el tiempo. Se movió, y quedó asombrado al ver su cuerpo libre de heridas y moretones, de seguro este era el último regalo que le habían enviado, desde el cielo sus amigos.

Sus oídos captaron un sonido que lo hizo saltar de pánico: los ladridos habían vuelto y se acercaban cada vez más. Se sintió entumecido y oyó a los demonios gritar algo en un idioma prácticamente incomprensible para él. Los perros se oían cada vez más cerca y ya fuera la desesperación o el temor a la muerte lo hizo usar una magia en la que estaba bien versado. Llevó una de sus manos a su cabello, liberando una energía color turquesa que hizo crecer su cabello rojizo hasta la cintura. Con la poca fuerza que le quedaba saltó del lugar donde estaba oculto y corrió hacia el campamento que se cernía cerca del lugar, no sin antes moldear sus orejas a una forma enconada hacia arriba, similar a la de los demonios. Esto representó el fin de su energía, y tras varios metros cayó al suelo, recordando haber visto por última vez una cabellera dorada que se acercaba a toda velocidad.

🥀El Reinado🥀  (ONC 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora