"paciencia, y vomito."
tora era especial a la hora de comer, su comida favorita era todo aquello que involucrara pescado, o mariscos en general, le encantaban, sin embargo desde que había comenzado su embarazo, constantemente vomitaba ante el más mínimo aroma a mariscos, así que por el momento, los mariscos estaban estrictamente prohibidos.
si antes ya vomitaba una que otra comida, ahora era peor, era constante, y era mucho más delicado que las primeras semanas, lo cual había ocasionado que tora dejara de comer, por que como ya se había mencionado; kazutora odiaba el vomito.
el apetito de kazutora era un arriba abajo, por que no sabía en ocasiones ni lo que quería pero lloraba por que tenía hambre pero cuando lo comía, lo vomitaba.
y no sabía que tan bueno era eso por que estaba sin consumir un alimento a menos que fuera agua o manzanas, necesitaba nutrientes en su cuerpo si no quería que kazutora o su cachorro enfermaran. últimamente lo llevaba a la tienda de mascotas, se distraía molestando a baji (o a él) o con los peces de la pecera que estaba ahí mismo, pues se sentaba por horas viéndolos nadar mientras movía su cola inquieto por querer "jugar" con ellos. lo llevaba con él por que se había vuelto sumamente sobreprotector con su novio pues temía que se hiciera daño fácilmente, kazutora aún era muy inquieto y curioso.
— tora, es hora de tus vitami- ¿y tora? — preguntó tras salir a la parte del mostrador, y oír el revuelo de baji con un palo de escoba y un atomizador con su novio gruñéndole bajo el mostrador. — ¿qué?
— oyó vitaminas y huyó, no sin antes morderme. ¡sal de ahí! — hizo un leve movimiento con la escoba, sólo queriéndolo espantar, pero fue recibido por el brazo de kazutora, lanzando un arañazo al aire.
— ¡no quiero!
— ¡es por tu bien! — baji comenzó a echarle agua con el atomizador, pero eso no servía con kazutora. baji y kazutora llevaban una linda amistad, pero era más... amor apache.
— ¡imbécil si no soy gato!
— ¡no, eres peor!
— ¡vas hacer que se me salga el niño del coraje, aléjate!
— ¡basta, baji, quítate y mejor usa la escoba para barrer!
baji decidió hacer caso, pues tener a un embarazado (y caprichoso) tigre no era fácil para él... aunque barrer tampoco lo era.
— kazu, amor. — se asomó por debajo del mostrador, tora lo miraba con sus pupilas dilatadas, con un puchero al renegarse a sus vitaminas, pero era eso o que comenzara a presentar desnutrición tras su poca ingiera de comida. — por favor, tómala.
— no.
le iban a salir canas verdes, lo jura. pero él era incapaz de enojarse con su novio, sabía que era en su instinto ser así de renegado y terco.
— amor. — eso siempre funcionaba. — sal de ahí, ven. te compraré lo que tú quieras.
— quiero comer. — oyó en lo bajo, al instante sintió su pecho doler y sentirse triste por su novio, pues sabía que no comía no por placer sino por que de verdad no había algo que odiara más que vomitar (bueno... takemichi, pero por que según él, takemichi parecía más su novio que kazutora). tora amaba comer, aunque no lo hacía en exceso, lo hacía muy feliz, pero gracias a sus náuseas se había visto limitado a comer.
— compraremos algo, ¿te parece algo con pollo? es ligeramente menos pesado como otras carnes. — sabía que en la dieta de kazutora la carne era vital, pues era un depredador. — anda, necesito también que comas algo, sino nuestro cachorro se va a sentir muy triste, y puede que se sienta mal, y no queremos eso.
ESTÁS LEYENDO
huellitas atigradas ;; fuyutora
Fiksi Penggemarguía de supervivencia de chifuyu matsuno para cuidar de tu novio hibrido embarazado. "- mes uno: la hembra parece aturdido al cachorro dentro suyo, acecha a la víctima, un pollo rostizado y se prepara para atacar, la espera lo mantiene hambriento...