¡¿Mi mejor amigo es mi novio?! [#Saint Seiya AU][1]

Capítulo ocho: "Los problemas se vuelven confusos"

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—Ahg... Mi cabeza...—tocándose la parte superior de la frente se movió y notó un peso demás encima de él.

—Oh... Ya despertaste.—una voz sutil y suave le calmó.

—¿Qué sucedió? Me siento mareado...—quejándose trató de sostenerse sobre la otra persona.

—Que bien que lo preguntas, hermano.-—lo acomodó en el camarote.

—Cuando llegamos estabas desmayado, ¿qué sucedió Milo?

—Yo... No lo sé, creí que—, le callaron.

—No te preocupes, debes de estar cansado, voy a mirar las cámaras ¿sí? No te muevas, descansa.

—-Yo me quedaré con él, para cuidarlo, primo.

—No, no puedes Kyoko, deja que Shoko la cuide, mientras nosotros revisamos las cámaras de seguridad para buscar a los responsables.

—De acuerdo primo, vamos.

—Te encargo a Milo, Shoko.

—Por supuesto hermano, déjamelo a mí.

—Bien, vámonos Kyoko.—las dos personas dejaron el lugar.

🌩🌩🌩

—No te preocupes hermanito~ estarás bien, no voy a permitir que nada te suceda~ —susurró para ambos y se posicionó en el escritorio para mirarlo dormir.—Van a pagar por a verlo lastimado, pobrecito mi hermanito, ojalá te recuperes.

🐢🐢🐢

Mientras en otro lugar prohibido con cámaras de seguridad se encontraban los jóvenes junto a otros dos inquilinos resguardando las cámaras de la habitación de Milo y Camus. Comenzaron a discutir ambos grupos de parejas que enojados pedían defender la privacidad de su hermano no obstante el otro grupo se negaba y exigía una compensación por la evidencia.

—¡Ya te dije que no fue culpa de él! Entiéndelo, ¿sí? Podemos hablarlo, él no sabe nada sobre ese "tema".—El mayor de los presentes sugirió en calma pero de manera arrogante.

—Ahg, ya te lo dije Aiacos, tu primo sabe mucho; por supuesto que le doy la protección pero no puedo con la privacidad, ser su aliado es de vital importancia.—tocándose la sien suspiró para seguido revisar unos documentos—, Como puedes notar ya ha dado información importante a los imbéciles de la clase A-1 los que están a final de año para graduarse, si estos abren su bocota con el director, nos echan.

—Señor Mu, usted es su amigo... Le pido que lo entienda, por favor.—la joven de piel de porcelana y delicada textura se inclinó en forma de respeto, después de todo eran de diferente cultura, el joven Universitario era de ascendencia tibetana y criado en China, sus ojos y piel hablaban por si solas, así que por respeto y al ser mayor que ella se volvió a inclinar.

—Interesante—el joven asiático miró al mayor al primo de la joven con el ceño fruncido,—¿Y tú no te vas a inclinar?—comentó burlonamente.

—No soy idiota, puedes que trabajes para nuestro señor, pero soy mayor que tú así que también me debes respeto, muñequita.—de manera grotesca suelta alardeándose de su posición.

—¿Sabes que puedo hacer que te maten, verdad?—su mirada se oscureció, parecía imposible e increíble pero el joven tenia una aura siniestra y ante todo oscura no obstante penetrante.

—¡No te creas la gran cosa idiota! ¡Yo también tengo ese control! Y te puedo desaparecer en un abrir y cerrar de ojos—enfurecido le dio un puñetazo en el rostro delicado del asiático.