¡¿Mi mejor amigo es mi novio?! [#Saint Seiya AU][1]

Capítulo dos: "Problemas personales"

🐓

—¿Y bien...? ¿Qué me dices?—comenta la italiana entristecida esperando una respuesta.

—Esta bien. —suspira pesadamente.

—Esta bien si tu—hace una pequeña pausa.— Espera... ¡¿Qué?! ¿¡Haz dicho qué sí?! —grita entusiasmada con lágrimas cayendo de sus ojos color de las manzanas verdes, un color brillante y fuerte al igual que ella.

—Si, ya escuchaste bi—.

—¡Sí!

—¡Oye!

—¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!—la hermosa mujer le abrazó fuertemente entusiasmada.

—Shain—la italiana lo interrumpe dándole un beso en sus suaves labios y al terminar ésta ve que el griego le va a reprochar por su semejante acto.

—Shhh... Calla, sé que me he equivocado, no tuve prevención en lo que hacía... Lo siento mucho, te lastimé y por ello, lo lamento.—la joven comienza a sollozar.

—¡No! ¡No! No llores por favor... Esta bien, ya todo pasó... —Él la abraza con toda sus fuerzas.

—Gracias, My cuore~. — Le dice en Italiano, "mi corazón", sin disipar ni dudar.

—Oh, ¿Tan rápido? Bien, αισθησιακή~. —el moreno le susurra al oído de la italiana un "sensual" en griego. El cuál ésta acto seguido se estremece y se sonroja.

—¡Milo!

—Jajaja, amor, es broma, tú cara enserio qué vale oro, ¡jajaja!—el de cabellos ondulados le jala un cachete a su novia, ésta se sonroja el doble ante tal acto del griego.

—Milo, detente, me sonrojas...—suspira avergonzada.

—Ah, lo siento, es que... Te vez muy tierna.—le toma de la mano y camina hacía un restaurante.

—¿Vamos a comer?—Ella mira al griego y éste no le da una respuesta.

—Es un sorpresa—. le guiña el ojo mientras se ríe burlona mente, puesto ya lo sabia. Los dos jóvenes, se dirigían al restaurante de comida rápida, Shaina sin disipar acepta, ya que ésta le encanta toda clase de comidas.

🐓

—¡Camūssi!—le grita un joven de cabellos ondulados de color de un azul brillante al igual que el mismo océano.

—Ah, ¿qué haces aquí?—pregunta el francés de modo interrogante y desconfiado, al parecer su compañero no aseguró la puerta.

—¡Por Dios! ¿eres un olvidadizo hombre?—bufó decepcionado, al ser su viejo amigo de secundaria no debía de olvidar sus reportes de la Universidad.

—¿Has venido a traerme algo, Aprodithe?—éste continuó en lo que habitualmente hacia en sus ratos libre, leer.

—Du är ett ihåligt huvud! —le gritó el sueco a su amigo de secundaria al no darse cuenta que tenían trabajo que hacer y éste se encontraba relajado ante la situación.