I. fifteen

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Eunbyul encontró a su hermana adoptiva en la esquina de una calle cercana la morena se sentó sola en una de las pequeñas mesas circulares fuera de su tienda de conveniencia las 24 horas la escasa clientela que entraba y salía con el timbre de bienvenida de la puerta, no pudo evitar desviar la mirada al pasar ante el gruñido bastante sonoro de la extraña joven

-El pronóstico dijo que lloverá esta noche- Eunbyul vino a pararse frente a ella

Una conversación sobre el clima siempre era una buena manera de interrumpir el mal humor que se alimentaba con cada sorbo de la lata de cerveza en la mano de su superior Chayoung bebió lo último de su bebida y puso un puchero de frustración mientras miraba hacia el cielo

-Vaya, tienes razón, nunca antes había visto tantas nubes oscuras- sus frustraciones se desvanecieron con el sorprendido levantamiento de una ceja, recostándose en su silla y cruzando los brazos sobre el pecho -Y no tengo paraguas- la abogada de Wusang apartó la cabeza de la fatalidad que acechaba sobre ellos maldijo en voz baja por su desgracia -¡Aish!- Eunbyul se mordió suavemente el interior de la mejilla y contuvo la risa

A pesar de su personalidad audaz e ingeniosa, Chayoung se distraía con demasiada facilidad aún así, ella era legítimamente su hermana mayor y no había forma de que no la dejara ir sin una pequeña disputa

-Bueno- Eunbyul se entregó a la diversión y desafió el fuego de Chayoung mientras respondía -tú eres la hija de tu padre, ¿no es así?

-Yah- el parpadeo anaranjado de las llamas se reflejó casi inmediatamente en el marrón de sus ojos

Descruzó los brazos y señaló con un dedo la sonrisa astuta que venía de Eunbyul

-Te lo advierto, Eunbyul-ah, no me provoques

-¿Por qué?- Su sonrisa creció, fingiendo inocencia mientras tomaba la invitación y se sentaba frente a ella en la mesa

-Pequeña mierda- Chayoung lanzó las crueles palabras en su dirección, pero la ligera elevación en la comisura de sus labios las hizo inútiles

Ella favorecía demasiado a Ravenhead como para decir tal insulto, y Eunbyul también lo sabía

-¿Cómo pudiste irte de Wusang sin siquiera decírmelo?- Eunbyul dejó caer su sonrisa y Chayoung hizo lo mismo mientras el aire a su alrededor calmaba el estado de ánimo entre ellos

-Lo siento- asintió, entendiendo la forma en que Chayoung debe haberse sentido después de haber sido sorprendido por ella -Si te sirve de consuelo, en realidad no planeé irme hasta... bueno, hasta que lo hice

-Todavía no lo entiendo- Chayoung se movió y se inclinó en la mesa, sentándose más cómodamente, mientras se tomaba un tiempo para estudiar a Eunbyul -Quiero decir, sé la pesadilla que es Choi Myunghee, pero no es propio de ti dejarte intimidar por personas como ella

𝕯 𝖊 𝖘 𝖕 𝖊 𝖗 𝖆 𝖉 𝖔 //  vincenzo cassano //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora