🥀✿ CAP. III ✿🥀

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★━━─   El Pequeño Mungyul ─━━★

Tres años después, Mungyul se ha convertido en un hermoso niño, fuerte y sano. Dentro de poco tiempo comenzaría a cursar el kinder y Soomin estaba preparandolo todo para cuando llegara el momento. La señora Kim siempre la está ayudando con lo que necesite, tambié recibe el apoyo de sus primos. Pero Soomin cree que ya es suficiente de eso, tiene que comenzar a depender de ella misma, su abuela y sus primos no siempre van a estar disponibles para ella. Por lo tanto, la jóven tomó la desición de aceptar la propuesta que su abuela le llevaba haciendo por tanto tiempo. Para empezar, comenzó ahorrando dinero con el fin de comprar su propio departamento, meta que logró cumplir con éxito. Ahora se encuentra realizando la busqueda de un trabajo correspondiente a la especialidad que estudió. Sus primos y la señora Kim, como de costumbre, continúan apoyando a la jóven por lo que todos están aportando su granito de arena.
- Mungyul, ya terminaste de cepillarte?- gritó Soomin desde el living. El pequeño llevaba mucho tiempo en el cuarto de baño y a la jóven se le hacía tarde para su encuentro con Jongin.
- si- gritó el niño dirigiéndoce a donde se encontraba su madre- eomma, cuando vamos con la abuela?- Soomin le dedicó una sonrisa a su hijo cuando escuchó su pregunta.
- cariño, estaba esperando por tí para marcharnos- la chica acarició la cabecita del pelinegro para luego terminar de colocar las cosas del niño en el bolso. Una vez que todo estaba listo ambos salieron del departamento y caminaron hasta el elevador.
- buenos días, señora Park- dijeron al unísono madre e hijo al encontrarce con la vecina del piso de arriba cuando las puertas se abrieron.
- buenos días, para ustedes también- los saludó a ambos con la agradable sonrisa que la caracteriza.
- se ve bien con ese vestido, señora Park- alagó Soomin dedicandole una sonrisa.
- oh!, muchas gracias querida- le agradeció sonrojada por el gesto- lo estoy estrenando hoy- en verdad crees que es bonito?- cuestionó con curiosidad y la jóven en respuesta asintió con la cabeza.
- a las señoras bonitas como usted, todo les queda bien- comentó el pequeño Mungyul con una amplia sonrisa.
- oh, pero que niño tan amable- dijo la señora, comobida por el comentario del menor- ten, un regalo- al niño se le iluminaron los ojos al ver la paleta de miel que le estaba ofreciendo la señora Park.
- mira mami, es una paleta de miel!- le dijo emocionado a su madre- puedo tomarla mami?- la jóven le dedicó una sonrisa a su hijo y asintió.
- siempre recuerda agradecer- el pequeño asintió, tomó la paleta en sus manos e hizo una reverencia en agradecimiento.
- muchar gracias señora Park.
- de nada, pequeño- en ese instante las puertas del elevador se abrieron, indicando que ya habían llegado a la planta baja del edificio. Los tres pasajeros bajaron y caminaron juntos hasta el lobi del edificio, el pequeño Mungyul tomó la mano de su madre y caminó a su lado.
- buenos días, señor Choi- saludaron al guardia de la puerta todos al mismo tiempo.
- buenos días, señoritas- ambas señoras soltaron risitas por el comentario del mayor- buenos días, campión.
- hasta luego, señor Choi!- se despidió emocionado el pequeño.
- parece estar muy contento, Mungyul- comentó la señora Park al percatarce del aura de felicidad que tenía el niño.
- estoy muy feliz porque hoy vicitaremos a la abuela- explicó con emoción el menor mientras daba pequeños brinquitos al lado de su madre.
- oh, vaya, eso suena increhíble- comentó la señora siguiendole la corriente al niño- bueno, en ese caso no olvides darle mis saludos a la señora Kim.- el niño asintió sonriente.
Al llegar a la estación de autobuses, la señora Park se despidió de la jóven y el pequeño ya que el bus que ella esperaba llegó antes que el de ellos. Pocos minutos más tarde, Soomin y Mungyul se encontraban camino a casa de la abuela Kim.

- abuela! Ya llegamos!- anunció el menor al entrar en el acogedor lugar.
- mi niño!- la señora Kim apareció en el living con un delantal puesto y una toalla en sus manos, ya que se encontraba haciendo los pasteles de arroz que a su bisnieto tanto le gustan. El pequeño Mungyul al ver a su abuela, corrió a su encuentro y la abrazó fuertemente, obviamente la señora Kim no se quedaría atrás, tomó en brazos al niño y lo llenó de besos.
- buenos días, abuela- saludó la jóven una vez que había soltado todos los bultos.
- buenos días, querida- la señora Kim le correspondió el saludo mientras dejaba al niño en el suelo- Jongin te está esperando en la cafetería- le informó.
- gracias por avisarme- la jóven tomó su bolso y se despidió de su hijo- Mungyul, ya me voy- el pequeño niño abrazó a su madre y estampó un beso en la mejilla de esta.
- cuidate mucho, mami. Te quiero.
- yo también te quiero mucho, mi principe- le respondió su madre dejando un dulce beso en su frente para luego juntarlas- nos vemos luego, mi amor- Soomin le dió un beso de despedida a su abuela y se dirigió hacia la salida, pero la voz de la señora Kim hizo que parara en seco.
- lo tienes todo?- la chica retocedió unos pasos y dejó el bolso en una de las sillas para luego comenzar a sacar el contenido de este, acegurandoce de que estuviera todo.
- identificación, curriculum, carta de recomendación, esta todo listo!- anunció volviendo a guardar todo y encaminando sus pasos nuevamente a la salida.
- hasta luego, querida!- se despidió la abuela.
- adiós mami!- gritó el niño desde la cocina.
- adiós, deseheme suerte!
- suerte!- dicho eso, Soomin salió de la casa y encaminó sus pasos hacia la cafetería de su primo Jongin, quien la esperaba ancioso por darle la noticia

𝕄𝖆𝖉𝖗𝖊 𝕊𝖔𝖑𝖙𝖊𝖗𝖆  | • |  𝕊𝖊𝖍𝖚𝖓 & 𝕊𝖔𝖔𝖒𝖎𝖓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora