𝗙𝗶𝗿𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗠𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲

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La taberna había sido abierta y luego de unos minutos llegaron Tulio, Patana y Juanín mientras que los que trabajaban en el local ya habían llegado, solo faltaba Huachimingo ya que, nuevamente, iba a llegar tarde.

Policarpo se encontraba tocando el piano mientras los demás conversaban.

—Tío Policarpo, tengo una pregunta— Patana se apoyó en el piano, llamando la atención de Policarpo.

—Dime, Patana.

—¿Cómo era tu vida antes?— Policarpo dejó de tocar el piano de manera repentina al escuchar eso, los demás se quedaron en silencio cuando Patana pronuncio esas palabras.

—¡Sobrina, eso no se pregunta!— recalcó Tulio.

—¡No! Está bien, es solo curiosidad y..— exclamó Policarpo antes de ser interrumpido.

—Tu Tío Policarpo era un hombre adinerado, egocéntrico, hipócrita y privilegiado ¿Feliz?— respondió Bodoque, Patana se quedó sin palabras ante esto y Policarpo simplemente lo miró.

—¿En serio decían eso de mí? ¡Que horrible! Quiero decir, es cierto ¿Pero me dejarían explicarle todas las cosas a Patana?

Policarpo empezó a narrar el como era su vida antes.

“Yo venía de una familia humilde, no siempre fuí tan «adinerado» como dices tú, Bodoque.

Siempre me gustó la idea de hacer música y mi familia estaba llena de músicos, unos más conocidos que otros pero la música la llevaba en la sangre.

Pero con el tiempo me dí cuenta de que en el estado en el que se encontraba mi clase social no iba a ganar mucho, así eran y son las cosas.

Después de un tiempo conocí a un hombre que falleció hace ya artos años, uno ya conoce como son las cosas y decíamos que eramos buenos amigos, gran mentira pero todos lo creyeron ¿Uno no puede vivir tranquilamente sin que lo denominen «Anormal»?”

—Espera un momento Policarpo... ¡¿QUÉ?!— Juanín expresó lo que los demás no.

—¿Qué? Dije que iba explicar todo y eso estoy haciendo.. ¿Alguien más se va a quejar?— hubo un largo silencio —Excelente, ahora déjenme continuar...

“Yo y él nos llevábamos bastante bien, compartíamos bastantes gustos pero había algo que nos diferenciaba y era la clase social.

Él era un hombre con mucho dinero a decir verdad pero yo era simplemente alguien más del montón mientras él era alguien distinguido.

Con el pasar del tiempo se volvió idiota, ya no era alguien de respetar y si no lo era ¿Qué voy a andar yo respetando a alguien con tan poco cerebro? Era increíble como en 2 meses alguien tan culto como lo era su versión la cual conocí pasó a ser alguien tan poco valioso en todos los sentidos.

Alguien tan imbécil no merecía esa cantidad de poder que tenía él.

Era de mente débil, fácilmente lo podía controlar; él tenía unos cuantos problemas de salud, él tenía en claro que no iba a tener una vida tan plena.

En un momento tuvo la idea de escribir su testamento, no tenía a quien heredarle sus bienes entonces recurrió a mí para pedirme algún consejo. Él no tenía contacto con su familia, no tenía esposa y mucho menos tenía herederos.

𝑻𝒂𝒃𝒆𝒓𝒏𝒂 𝑿𝑿𝑿𝑰  [31 𝗠𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀 𝗔𝗨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora