𝗨𝗻.. 𝗹𝗼𝗯𝗼?

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La taberna era rarisima en todos los sentidos, desde los mitos de ella hasta los trabajadores y clientes habituales.

¿El dueño? Un Vampiro con rasgos de conejos tal como sus orejas.

¿El músico del local? Un Fantasma que por poco y tenía deudas con el diablo.

¿El mesero? Un Cuentacuentos, posible aprendiz de hechicería, mitomano, ciertas veces también músico del local, tiene antenas y que parece más jóven de lo que es.

¿Los clientes habituales? Tres piratas, dos con familia disfuncional, el tercero directamente no tenía familia y es un Hombre lobo.

Había un solo trabajador ahí que era relativamente normal y también es mesero, hablamos de Mario Hugo.

Un jóven de 20 años (supuestamente) con orejas y cola de Chihuahua, es relativamente normal ver personas híbridas o con rasgos de animales pero no lo suficiente como para que no los miren raro por las calles.

Aunque no es "normal" en toda la palabra, se cree que es huérfano y él mismo admitió la vida nómada y aventurera que adaptó desde niño, nunca pudo vivir en un lugar fijo y le cuesta acostumbrarse a estar en el pueblo.

Algo que se les hacía raro a los demás era su actitud explosiva al momento de enojarse, parecía ser capaz de morder a alguien en cualquier momento.

No es el único habitante del pueblo que tiene rasgos de caninos pero es una gran diferencia ya que era notablemente más bajo y a veces hasta agresivo.

Una noche en la taberna cuando estaban todos, Bodoque decidió preguntar por eso.

—Oye Mario, una pregunta.

—Si dime— respondió Mario Hugo mientras salía del almacén del local.

—¿Por qué eres tan diferente a los que son como mitad perros del pueblo?— todos prestaron atención, realmente se estuvieron preguntando eso durante mucho tiempo pero encontraban muy desubicada la pregunta.

—¿Diferente en qué sentido?

—Eres muy... Agresivo— añadió Juanín.

—El hecho de que pareciera que tienes garras— siguió Policarpo.

—Y parece que tu instinto animal está más que presente— finalizó Patana.

—¿No es normal?— preguntó Mario.

—¡No! ¿Cuándo fue que viste que algún tipo de canino actúe así? Si haz estado en varios pueblos te habrás dado cuenta que lo normal es que parezcan domesticados— explicó Huachimingo mientras se acercaba a Mario Hugo y posara una mano en el hombro del otro; el contrario bajó las orejas con indignación.

—¿Cómo me pueden comparar con ellos? ¡Ellos son débiles! No saben lo que es el liderazgo, es obvio que yo soy más fuerte que esos perritos— contestó Mario con algo de agresividad.

—¡Ahí está! Hablas como si fueras de una manada de lobos salvajes— exclamó Patana.

—¡Porque fuí una manada!— exclamó Mario hugo alterado por el tema de la conversación —¡Yo soy un lobo!

Todos se quedaron callados para luego reír a carcajadas, dejando a Mario confundido y sorprendido, aquella confusión se convirtió en enojo.

—Perdón Mario pero no te podemos tomar en serio..— aclaró Policarpo para luego reír con los demás.

Las risas terminaron cuando Mario se puso en posición de ataque y empezó a gruñir.

—¿Pueden dejarme explicar?— hubo silencio —Está bien, gracias... Es complicado más que nada pero bueno, lo intentaré.

𝑻𝒂𝒃𝒆𝒓𝒏𝒂 𝑿𝑿𝑿𝑰  [31 𝗠𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀 𝗔𝗨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora