𝗘𝗹 𝗳𝗮𝗻𝘁𝗮𝘀𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘁𝗮𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮

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La taberna XXXI es muy reconocida en el pueblo.

¿Por su servicio?

No, es reconocida por los rumores.

Se rumorea que el dueño de la taberna es un vampiro, nunca se le ve de día y las pocas veces que aparece en la luz del Sol se le ve con un poncho con capucha y guantes largos.

Muy pocos saben la verdad, por no decir que solo lo saben sus amistades más cercanas.

Pero la taberna tiene más secretos.

En el día, la taberna se encuentra cerrada y deshabitada pero los que pasan cerca de ahí, aseguran escuchar un piano tocando una melodía.

A veces son melodías tristes y otras veces son melodías alegres pero siempre se escuchaba como eran tocadas con pasión.

Pocas son las personas que se atreven a mirar por las ventanas pero solo se encuentran con la taberna sin señales de algún ser con vida y el piano generando música en un escenario junto a otros instrumentos.

Las personas, tras ver esa escena, asumen que habita un espíritu en la taberna.

En el pueblo, había una sola persona que tocaba con tal pasión y que demostraba su gran amor por la música y el arte.

Lamentablemente esa persona había fallecido hace mucho tiempo.

Su nombre era Policarpo Avendaño Stuchelbangen, un hombre adinerado y a su vez músico.

Se desconoce la razón de su muerte pero se dice que falleció por un asesinato, ya que a lo largo de su vida, a pesar de que su vida era describida como "normal", había ganado más enemigos que amigos y muchas veces habían intentado acabar con su vida, a ver si así seguía diciendo que era de lo más normal.

El teatro municipal de Ciudad Cómoda fue el lugar del homicidio, una mañana de invierno se encontró su cuerpo sin vida a causa de un disparo en el pecho y distintas apuñaladas en el cuerpo.

Durante su vida, el mismo se describía como “Alguien sin vida” pero nadie entendía el porqué; él sabía que no tenía más propósito que deleitar a la gente con su música debido a su talento. Él quería tocar por su felicidad, con el tiempo se había dado cuenta que ser músico lo convertía en la marioneta del público.

Pero no era del todo víctima. Por su clase social tenía mucho poder y su habilidad de actuación le daba puntos extra.

Hizo que alguien terminara encarcelado y que alguien fuera condenado a muerte en la guillotina.

Las mentiras, los rumores, la buena actuación y la clase social te dan mucha ventaja.

Fue repudiado por mucha gente pero nunca le importó.

En las partes desoladas del teatro, se siguen escuchando los lamentos arrepentidos de Policarpo.

Pero ahora ¿Cómo llegó a trabajar en la taberna XXXI?

Cuando murió, su espíritu no podía descansar en paz y dejar el mundo humano.

Durante años había intentado comunicarse de alguna manera con los seres vivos, osea si podía pero solo los animales podían verlo por alguna razón.

Pero con el tiempo se acostumbró y vivió su no/vida como lo hacía antes de morir. A pesar de estar muerto y saberlo, seguía saludando a los demás por las calles con esperanza de encontrarse con alguien que pudiera escucharlo y verlo.

Una noche, estaba "caminando" por las calles iluminadas y como de costumbre, saludaba a las pocas personas que pasaban.

—Buenas noches— saludó Policarpo a un jóven de 16 años.

—Buenas noches— saludó de vuelta el jóven.

Policarpo quedó atónito y vió como el jóven se alejaba pero rápidamente fue y se interpuso en el camino del jóven.

—Eh.. ¿Hay algún problema, caballero?— preguntó el jóven nervioso.

—¡¿Puedes verme?! ¡Dios mío, esto es un milagro!— Policarpo por fin había encontrado la oportunidad que tanto buscó durante años.

El jóven solo lo miró con miedo.

—Oh cierto, soy Policarpo Avendaño y estoy muerto ¡No sabes cuánto esperé por encontrar a alguien.. un momento ¿No estás muerto, verdad?— Policarpo se quería asegurar de todo, no quería quedar como un loco ante otro espíritu.

—¿Muerto? Eh.. no que yo sepa— respondió el jóven.

—¡Que bueno! El caso es que yo si lo estoy, supongo que ya deberías saberlo, mi muerte salió en los periódicos.

—Policarpo Avendaño dijo ¿O no? Si.. bueno déjeme explicarle, murió hace 11 años y eso.. ya quedó en el olvido— el contrario lo miró paralizado.

—¡¿11 años?! Dios mío, he pasado mucho tiempo solo... Bueno ¿Cuál es su nombre, jóven?

—Tulio.. Tulio Triviño..

El fantasma se hizo mejor amigo de Tulio, Tulio se lo presentó a Bodoque y a Juanín, sorprendentemente ambos podían verlo.

Bodoque estaba recién abriendo su taberna y necesitaba un músico, Policarpo se ofreció.

Juan Carlos lo pensó un poco pero de por si su taberna iba a ser rara ¿Por qué no hacerla más rara con un pianista y músico fantasma? Si iban a ser raros lo iban a ser con orgullo.

Policarpo tocaba el piano de día para demostrar que seguía presente y también para practicar. Se le hacía gracioso como las personas que se asomaban por la ventana se asustaban ya que no lo podían ver.

Los más conspirativos decían que la taberna estaba encantada y que los espíritus tocaban el piano para alertar su llegada desde el más allá.

Así surgió el mito de:

𝗘𝗹 𝗳𝗮𝗻𝘁𝗮𝘀𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘁𝗮𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮.

𝑻𝒂𝒃𝒆𝒓𝒏𝒂 𝑿𝑿𝑿𝑰  [31 𝗠𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀 𝗔𝗨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora