One Shot's KatsuDeku

Ⅸ

Temática: ¡Omegaverse Au, Au sin quirk, Fluff y comedia!

ᴄʀᴇᴅɪᴛᴏꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ɪᴍᴀɢᴇɴ: ꜱʜɪᴢᴢʏʜᴇɪ. <3

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Desastroso.

Así podía catalogar Midoriya Izuku su mañana, había un gran desastre en el departamento que compartía con su alpha rubio, y no es nada menos, si el día anterior habían tenido la maravillosa idea —notese el sarcasmo— de tener una noche de pijamada con sus ex-compañeros de preparatoria. No es que le molestara la visita, nada de eso, sin embargo, tener un revoltillo de feromonas, envases y frituras en su sala no era lo más comodo para él.

Izuku suspiró, viendo el reloj, apenas eran las ocho de la mañana, hace quince minutos se habían ido sus amigos, quedando únicamente el y el alpha cenizo—el cual aún seguía durmiendo—, buscó sus guantes de limpieza y se puso unos ganchos para que no le estorbara el cabello, y comenzó con la tarea de limpiar.

'Se lo voy a cobrar a Kacchan más tarde', pensaba el omega pecoso, mientras abría las ventanas, tratando de liberar el apartamento de todos los olores. ¡Por Dios, su omega no dejaba de chillar al sentir tantas feromonas de alpha y de omega en su nido!, definitivamente se las iba a cobrar bien caro al cenizo.

Unos quince minutos después el pecoso estaba más tranquilo, el aroma en el apartamento era únicamente caramelo picoso y hierba buena—una muy agradable combinación para su omega—, se encontraba terminando de ordenar algunas botellas cuando el olor a su alpha llamó su atención. El cenizo apareció por el pasillo, aun somnoliento y algo mareado—producto de las bebidas alcoholicas que tomó ayer con Kirishima—, dió una vista rápida a la sala, y dejó salir su aroma demostrando estar satisfecho.

A pasos pesado caminó hacía el pecoso, el cual fue rodeado en automatico por los brazos del mayor, quien hundió su cabeza en el cuello del más bajo, oliendo y dando pequeños picos en la glándula del pecoso. El peli verde se sonrrojó, aún le causaba nervios cuando el cenizo hacía esas muestras de afecto tan intimas.

—Buenos días Kacchan—dijo volteándose para darle un pequeño pico al mayor.

—Buenos días—murmuró adormitado, recibiendo gustoso el pico del menor, convirtiendolo en un beso mañanero, como era su costumbre.

—Anda a lavarte—ordenó el menor, separandose del beso—aunque aún no preparo el desayuno...—murmuró observando lo que anteriormente estaba limpiando.

—No te preocupes zuzu—dijo el alpha, mientras acariciaba la melena del pecoso— yo puedo hacerlo.

El omega asintió, mientras terminaba de recoger los ultimos productos de limpieza que había usado anteriormente y se iba al baño para tomar una ducha. Mientras el alpha en la cocina, se encontraba batiendo la mezcla de los hotcakes, y en la estufa ya tenía algunas tostadas calentandose. Diez minutos después, llegó el omega, aún con la toalla en sus hombros y su cabello ligeramente húmedo. Tomó rápidamente una tostada y salió corriendo a la habitación que compartía con el alpha, en busca del secador. El cenizo rió ante la acción cotidiana.

El cenizo sirvió los respectivos platos del desayuno, unos hotcakes con frutas y algo de mermelada, unas tostadas cubiertas de mantequilla y unas tiras de tocino, junto al infaltable café para él, y el té para el pecoso. Terminó de acomodar la mesa, cuando el omega apareció en el comedor, llevaba ropa ligera, una camisa manga larga color canela, unos jeans sueltos y unas zapatillas blancas, en el hombro llevaba su mochila amarilla y su laptop en la otra mano. Tomaron asiento en silencio, el ambiente era acogedor y domestico, los suspiros y ronroneos del omega iban directo al ego del alpha.