·•9•·

80 11 7
                                    

Escuché como golpeaban la puerta de entrada, supe que era Soraru.

Ahh vamos Mafu, tu puedes, la puerta no está lejos...

Caminé agarrandome un poco de las paredes, y sosteniendome con cuidado de la puerta tomé el pomo y la abrí.

Soraru me miró, como si estuviera analizandome, luego sonrió.

--supongo que buenos días--soltó una leve risa y me quedé pensando un segundo.

Luego recordé mi cabello, mi ropa, no estaba vestido decentemente, al contrario de eso; estaba hecho un trapo de piso.

--me mataré...--dije entre dientes y él ladeaba levemente la cabeza.

--pero...--se quedó pensando--Nada--hizo un leve movimiento con las manos, era... Soraru es muy preciso con sus movimientos.

--mgh dime--

--... Así te ves muy tierno, hasta parece que no morderias a ningun alfa--de eso mi mente solo se centró en unas palabras.

"Así te ves muy tierno".

Sentí como mi rostro ardía y le hice señas para que entrara.

--te morderé a ti si sig-gues diciendo idioteces--usé un tono molesto, pero la verdad hasta hablar me costó, ¡pero es por el mareo!...

--callate, hasta hablar te hace mal--su forma de hablar me pareció muy protectora, mi omega internamente saltaba, y mi mente me estaba dando algunos golpes mentales para que me calmara.

--bueno... Sientete como en tu casa--me burlé un poco, porque él estaba bastante tenso y quieto, al parecer no soy el unico que siente verguenza de estar en una casa que no es la mia.

Ya no soy el unico raro~.

--bien...--soltó un suspiro.

--bueno la cocina y eso está por aquí--di unos pasos para ir a la cocina, pero el mareo fué tal que sentí como me caía.

--¡Mafu!--sentí como sus brazos me salvaban de aquella caída, con él ayudandome me recompuse.

--eh...--realmente estaba muy mal...

--dejame llevarte--asentí ante aquel pedido y me cargó entre sus brazos hasta la cocina.

Lo admito... Me estoy acostumbrando a que me cargue... ¡No! Claro que no.

Me sentó con suavidad en la silla y solo lo observé, respirando profundamente.

--creo que estás mal del estomago, por lo que dijiste en la llamada--

--¿eh? Ah... No sé como curarme de eso asi que... Cuando me muera avisale a mi padre, asi me entierran mas rápido--dije dramatizando un poco bastante.

--no necesitarás eso, tengo un remedio casero para eso--soltó una leve risita y lo observé, como si leyera mi pensamiento que decia "¿cual es?" abrió la boca para hablar--bueno, mas bien es un té--

--¿de donde lo sacarás?--

--está literalmente ahi, ¿no sabes lo que tienes en tu propia casa?--se cruzó de brazos y suspiré.

--yo vivo a base de chocolate caliente y café, no sé nada de té, son de mi padre, asi que no tenía idea de que siquiera estaban ahí--hablé molesto y me sonrió, esa molestia se fué por completo.

--bueno... Ahora...--se dió la vuelta para preparar el té.

--las tazas están ahi nomas, el azucar allá--señalé--y el agua allá--señalé a otro lado--y ya está caliente...--

Terrible Omega ·•Soramafu•·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora