capitulo 4

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Un joven España estaba llegando con su padre al nuevo mundo, el estaba emocionado de lo que iban a encontrar, el inocente adolescente no sabía las verdaderas intenciones de su padre ya que desde su punto de vista su padre El Imperio Español nadamás era un explorador en busca de nuevos territorios sin saber lo que éso implicaba para su padre

-esto ayudará a que olvides esos sentimientos por la hija del Imperio francés y empiezes a concentrarte en cosas más importantes- decía el Imperio Español sin darse cuenta de que su hijo no le estaba poniendo atención

-lo que tú digas padre- decía El joven España quién estaba emocionado sin prestarle mucha atención a las palabras de su padre ya quería llegar quería conocer el nuevo mundo

-no quiero que te les acerques mucho a los salvajes quiero que te mantengas al margen y no te alejes mucho de mí, como tu madre no quiso venir no tengo de que cuide de ti- mencionó el Imperio español con muy poco interés en sus palabras realmente nunca le importaron mucho sus herederos pero los necesitaba en caso de que le pasara algo así que no tenía de otra

Después de varias horas de un largo viaje llegaron a las orillas del nuevo mundo, bueno nuevo mundo para el joven España su padre ya sabía de la existencia de este lugar pero esta era la primera vez de España aquí, él quedó maravillado al ver las pocas tierras que la selva le dejaba ver, todos bajaron del barco siendo recibidos por dos mujeres y un hombre, que al parecer también eran countries pero de esas tierras

-es bueno verlo de nuevo Imperio Español - se inclinó ligeramente una mujer que tenía un sombrero muy raro a los ojos de España, era como una corona dorada, con enormes plumas verdes y rojas, más de que detrás de ella se podían observar unas hermosas alas verdes -no esperábamos verlo de nuevo-

-vinimos a explorar un poco más sus territorios, además de que traje a mi hijo a despegarse de algo que ocurrió en nuestro hogar- dijo mientras tomaba su mano para dejarle un beso -espero que me lo permitan Mexica-

-Tú sabes que lo tienes permitido Imperio, pero ya sabes las reglas, no quiero que hagan algo que lastime a mi gente y deben tratar mantenerse alejados de las tribus que tienen algo en contra de mí- respondió Azteca el líder de aquellas tierras junto con Mexica, llevaba casi la misma vestimenta que Mexica la diferencia es que lo cubría casi todo y llevaba casi la misma corona qué llevaba Mexica, Solo que era un poco más grande y llevaba algunas piedras de obsidiana

-y tu muchacho cómo se llama?- mencionó otra chica, que se había acercado mucho a España el cuál estaba un poco nervioso por el acercamiento tan repentino, al parecer no conocían mucho de él espacio personal

-S-soy España- respondió nervioso y tartamudeando mientras observaba la increíble belleza que poseía aquella chica, ella no llevaba una corona de plumas pero sí vestía un traje de leopardo y a diferencia de Mexica ella llevaba detrás de ella unas hermosas alas verdes que terminaban difuminadas en rojo, cautivando mucho a España

-sabía que imperio no era muy creativo, pero esto rebasa mis expectativas- dijo la chica con traje de leopardo queriendo soltar una risa hasta que Mexica la interrumpe

-Maya deja al chamaco empaz, lo pones nervioso- dijo Mexica apartando a su hermana de España

-bueno, bueno, Imperio puede descargar sus cosas en mi territorio y mañana puede empezar con sus exploraciones- dijo Maya mientras le daba unos manasos a Mexica para que la soltara

Mi pequeño Nueva España (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora