Extra 2

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El día estaba muy movido, desde muy temprano Vegeta estuvo levantado, en parte por los nervios, en parte por costumbre, suspiro tranquilo mientras termino de vestir a su pequeña de apenas seis meses le coloco un hermoso vestidito blanco y en su cabello una hermosa corona de flores del mismo color, sonrió al verlan y beso su frente con amabilidad.

Entonces suspiro ahora venía lo difícil pensó al ver el traje que debía ponerse sobre la cama, el estaba en el segundo piso, según Bulma no se podría ver con Goku sino hasta que ya fuera la boda, por lo que esté se estaba arreglando en el primer piso, además estaba pendiente de todo lo relacionado al banquete y la fiesta, en cambio a Vegeta le tocó encargarse de la niña de seis meses quién se movía inquieta en su cuna.

De nuevo vio el vestido y suspiro resignado jamás le gustaría usar esas cosas tan amoldadas y duras, que al final lo dejaban sin movimiento, aún así empezó a ponerse los pantalones, camisa y demás, termino casi una hora después, con un suspiro cansado, luego dirigió su mirada al buró en el que se encontraba un pequeño tocado, había sido diseñada por Raditz, tenía encrustada una piedra azul que según el exguardia real provenía del planeta Vegeita, con algo de inseguridad lo coloco un poco arriba de su oreja suavemente y recordó las palabras de Raditz:

"Dicen que debes llevar algo azul, algo viejo y algo prestado, con esto cumplimos todas esas condiciones" le había dicho antes de sonreírle.

Ahora que veía como le quedaba, pensó que esto era aceptable y sonrió, luego escucho a su bebé hacer un pequeño ruido seguido por un llanto, soltó una pequeña risita y se volvió para levantarla.

"Eres igual de comelona a tu papá" dijo en un tono juguetón y se sentó con la bebé en brazos para luego bajar un poco su traje y proceder a alimentarla, con una sonrisa algo entristecida bajo la cara, para poder dejar que su hija viera su rostro a través de su manita, no podía parar de culparse de lo que había sucedido, no la había cuidado correctamente, era lo que se reprochaba cada que su ánimo desmejoraba, pero antes de que su tristeza lo consumiera escucho unos suaves golpes en la puerta.

"Príncipe puedo seguir" escucho la voz de Raditz

"Sigue" respondió tranquilo y vio la puerta abrirse, el hombre grande movió las piernas rápidamente hasta el y se detuvo con una cara enternecida al ver que lo mantenía ocupado

"Le dio hambre de nuevo" hablo al final suave

Vegeta asintió "si pero creo que ya va a quedarse dormida, si tenemos suerte no se despertara hasta después de la ceremonia" hablo igual bajito.

"Ya lleva más de 20 minutos de retraso príncipe, todos lo están esperando, aún le falta algo" dijo finalmente Raditz de la forma más casual posible, y coloco suavemente un pequeño velo que se sostenía de su cabello, este tenía unos pequeños brillantes, Vegeta veía algo nublado, pero era una tradición del planeta Vegeita que la realeza llevará velo, así que lo haría...

Vegeta lo miro y asintió "ahora ya estoy listo nada más que se duerma y ya bajo, podrías esperar para que tú la tengas durante la boda"

Raditz no hablo simplemente asintió y luego de otros cuántos minutos la bebé al fin había dormido, fue pasada de los brazos de su madre a los de su tío y este salió con ella, llendose a sentar al lado de su pareja, quién era un terrícola muy guapo de cabello corto dorado, unos cuantos centímetros más alto que Raditz con un gran tatuaje en la espalda, corpulento, de grandes músculos, que tenía negocios muy privados según lo que decía, aunque Vegeta sabía que era un yacuza (mafioso) aún solía fingir inocencia ante Raditz solo por no incomodarlo, aún así había prestado atención a su amigo y este hombre contrario a su aspecto lo trataba muy bien, además ya no había mucho que hacer cuando la barriga de su guardia ya había empezado a crecer, sonrió al verlo sentarse.

CREO QUE TE AMO KAKAROTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora