Salado

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Tiempo atrás:

La joven notó que Izuku estaba un poco distante últimamente, pero no estaba segura de qué hacer para ayudarlo. Sin embargo, no podía soportar ver a su amor triste, así que decidió actuar. Lo encontró en su estudio, mirando por la ventana con una expresión melancólica en su rostro.

Se acercó a él y le dio un suave abrazo por detrás. "Amor, ¿estás bien?" preguntó la azabache, acariciando su cabello.

El joven se giró hacia ella, con una mirada triste en sus ojos. "He estado pensando en mi futuro como héroe, Momo. Hay tantas cosas que todavía necesito aprender y mejorar, y no sé si seré capaz de hacer todo lo que necesito para convertirme en un verdadero héroe", confesó.

Momo le tomó el rostro en sus manos, mirándolo a los ojos con amor. "Izuku, eres el héroe más valiente y apasionado que conozco. Sé que puedes hacer todo lo que te propongas, siempre y cuando tengas el amor y el apoyo adecuados", dijo ella, acariciando sus mejillas.

Izuku se sintió abrumado por el amor y la ternura que sentía por Momo. La abrazó con fuerza, sintiéndose seguro y protegido en sus brazos. "Gracias, Momo. Eres mi luz en la oscuridad, mi todo", dijo él, acercándose para darle un beso apasionado.

La fémina se dejó llevar por el momento, sintiéndose amada y deseada por su amor. Sabía que, juntos, podrían superar cualquier obstáculo y enfrentar cualquier desafío que se les presentara, con el poder del amor que compartían

[...]

Ambos habían estado discutiendo sobre tener hijos, pero en lugar de dejar que la tensión se acumulara, el peli verde decidió acercarse a ella con amor y comprensión.

"Momo, sé que siempre has querido tener una familia juntos, y yo también lo quiero. Pero también sé que es una gran responsabilidad y quiero asegurarme de estar listo para ello", dijo el joven con una sonrisa suave en su rostro.

Momo lo miró con amor y agradecimiento. "Gracias por ser tan considerado, amor. Me encanta la idea de tener hijos contigo, pero no quiero presionarte".

"No eres tú quien me está presionando, cielo. Simplemente quiero asegurarme de que esté preparado para tomar esta responsabilidad", respondió Izuku, acariciando suavemente su rostro.

Momo se sintió reconfortada con el toque de Izuku y se acurrucó en sus brazos. "Solo quiero estar contigo, Izuku. Sea lo que sea que decidas, estaré aquí contigo".

El joven la abrazó con fuerza y le besó suavemente en la frente. "Gracias, Momo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y te amo más de lo que podrías imaginar".

La azabache sonrió con lágrimas en los ojos. "Yo también te amo, Izuku. Siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que decidas".

La tensión entre ellos se había disipado y ahora solo había amor y comprensión. Juntos, abrazados en el sofá, sabían que podrían enfrentar cualquier cosa juntos, incluyendo la decisión de tener hijos.

[...]

Momo había estado buscando trabajo durante meses, sin embargo, no había logrado conseguir uno. Estaba cada vez más frustrada y desesperada, y decidió hablar con Izuku sobre su situación.

"Izuku, ¡esto es una pesadilla! ¿Por qué no puedo conseguir un trabajo? ¡He estado enviando currículums y asistiendo a entrevistas, pero nadie me contrata! ¡Estoy harta de esto!", exclamó la fémina con voz histérica y enojada.

"Cálmate, Momo. Entiendo que esto es frustrante, pero no ayudará si te pones así. Tal vez necesitemos revisar tus currículums y cartas de presentación para ver si hay algo que podamos mejorar", sugirió Izuku en un tono tranquilo.

DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora