Mañana

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Abril, 2014

Nuestra historia es así, tiene locuras y acciones irracionales, instantáneas, encerradas en una memoria que se niega a dejarlas ir sin estar segura de que es lo correcto. Nuestra historia era así, hasta que decidimos que no había historia.

Despertaré en un futuro cercano y pensaré que soy feliz. Que tenías razón porque, en realidad, todas las partes ensamblaron en su lugar, no hay sobrantes. Me veré en el espejo y sabré que estoy bien, ya no habrá rastro de incertidumbre. Caminaré en línea recta como no lo había hecho antes, iré hacia un día con luces obscuras para perderme en un intento que no podrá fallar y saldré, completa, de la clandestinidad del sentimiento.

Desearé no perderme más en la duda, tampoco imaginarte. Seré fuerte cuando te encuentre entre la somnolencia de mi mente y te dejaré pasar, una y otra vez, hasta que no haya más camino en mí que puedas recorrer. Mañana no habrá nada que quiebre una noche, mañana no habrá nada que huela a tu esencia, ni mis besos, ni mis sueños, ni tu ausencia.

Mientras, tú despertarás sin saber que te olvidé, sin sobrantes. Te verás en el espejo con el rostro engrandecido de victorias sin memoria; voltearás a tu ventana para estar seguro de que sigue el sol afuera, sabrás que no hay nada que haga falta. Caminarás por el rumbo de siempre con un semblante ambicioso, no habrás cambiado en absoluto y, a veces, saldrás de la confusión infinita del porqué y desearás no entrar jamás, puede que mañana mi nombre te llene los oídos y la clandestinidad de un antiguo sentimiento te deje atrapado en esa larga charla que no tuvimos hoy.

-Yo -te habría dicho- no sé adónde hemos llegado, ni dónde nos perdimos. Tú presente y yo pasado.

-Yo - pudiste haber contestado- no puedo volver atrás, pero sé que todo sucederá si sabes esperar, ¿puedes esperar?

Yo habría revelado que no he dejado de hacerlo, si hubiera tenido la oportunidad de ser valiente.

Historias de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora