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estaba sentado en el escritorio de la habitación, con papeles y lapices regados por todas partes. justo delante de él, sobre la mesa, se encontraba una hoja en la que se podía leer:

"hacer que el amargado de haitham muera por tenerme"

1.
2.
3.
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no hace falta decir que no tiene ninguna idea, ni una sola fluye por su mente, y eso es un grave problema. Alhaitham no estaba en casa en esos momentos, estaba fuera resolviendo unos problemas, por lo que podía pensar y gritar sin interrupciones.

–bien, ¿como puedo llamar la atención de un amargado busca-pleitos?–comenzó hablando para sí mismo. –bueno, no quiero cualquier tipo de atención, lo cual lo hace más complicado, ¿debería ir despacio en un inicio o...?–soltó su lapiz con fuerza debido a la frustración.

–ugh, esto no está llegando a ningún lado–lloriqueó. –veamos, si me lanzo a lo grande, el rechazo puede ser igual o más grande y no estoy dispuesto a perder mi hogar aquí... entonces, ¿debería ir despacio, tanteando el terreno?–dijo adoptando una posición pensativa y ridiculamente concentrada. –¡claro! aah, soy un genio. haré resaltar mi atractivo de a poco, a ver cual le gusta más y le sacaré provecho. ¡JAJA, ALHAITHAM, PREPÁRATE PARA CAER ANTE MIS-...–en ese momento la puerta se abrió fuertemente, alhaitham apareciendo a través de ésta con una expresión neutral, interrumpiendo al rubio.– ¡AH! arcontes, ¿c-cuando llegaste? mierda, tengo el corazón en la garganta.

–te llamé incontables veces e includo llamé a tu puerta, pero no respondiste. creí que no estabas hasta que escuché tus estupidos gritos–le explicó, aún con su rostro neutro. kaveh sudó frío, pensando en cuanto de sus gritos escuchó.

–ah, si, l-lo siento... uhm, ¿cuanto de.. mis gritos escuchaste?–preguntó cuidadosamente, mirando fijamente la expresión del peligris.

–ah, eso–una pequeña sonrisa burlona y altanera se apoderó de su serena expresión, haciendo que el rubio trague saliva fuertemente. –algo como "alhaitham, prepárate para...", ¿no? ¿debería prepararme para qué, kaveh?–el rubio tembló cuando su nombre fue dicho con ese tono de voz.

eso no era bueno.

eso era extraño.

y se sintió abrumado por la sensación, por lo que se inventó excusas.

–¡nada! no deberías prepararte para nada en lo absoluto, quiero decir, ¡nada!–balbuceó, pero se quedó callado ante la severa mirada del contrario. –mi proyecto. prepararte para ver mi nuevo proyecto en cuanto esté terminado–dijo rápidamente, deseando salir rápido de esa conversación.

–lo que sea, solo no grites más–suspiró volviendo a su expresión neutra, dandose la vuelta para salir de la habitación. –ya volví–saludó, como ultima palabra.

–uh... si, bienvenido...–le respondió bajito, viendo como la puerta de su habitación era cerra suavemente dejandolo solo con sus pensamientos.

unos segundos después se dejó caer sobre su cama, mirando el techo. tan pronto como se sintió tranquilo, los pensamientos invadieron su cabeza.

¿qué fue ese tono? no, ¿qué fue eso que sentí por escuchar mi nombre? ¡siempre dice mi nombre! ¿por qué hoy fue diferente? esto es tan estúpido, no tiene sentido. pensaba, mientras se acurrucaba contra una almohada.

como sea, ya está en casa así que solo debo llamar su atención de a poco, puedo empezar mañana. y se quedó profundamente dormido, sin saber nada más del mundo.

. . .

un par de horas pasaron y kaveh se despertó al oir unos suaves pero firmes golpes en la puerta de su habitación, para luego oir la voz neutra de alhaitham.

–una carta para ti.

al escuchar eso, el rubio se puso de pie rápidamente y le abrió la puerta viendo al peligris recargado contra la pared frente a su habitación. llevaba puesta su tipica camiseta negra que se pegaba a su formado cuerpo, y unos pantalones cómodos de casa de un gris mucho más oscuro que su mismo cabello. a ojos de kaveh, se veía muy bien.

el más alto, que se estaba exasperando bajo la atenta y silenciosa mirada examinadora del rubio, carraspeó un poco y le extendió un sobre blanco, la carta.

–¿tierra a kaveh?–llamó, mirandolo directanente a los ojos.

–¡ah! si, lo siento, recién despierto–dijo tomando el sobre, evitando el contacto visual. se sentía avergonzado por darle ese tipo de mirada inconsientemente.

–sí, se te nota–dijo burlón mientras le daba una mirada de pies a cabeza, antes de darse la vuelta y volver a la sala de estar y continuar su lectura.

el rubio, al escuchar eso, corrió devuelta a su habitación encendiendo las luces y se puso delante del espejo. efectivamente, se veía horrible. ojos de cansado, un poco de saliva seca en la comisura derecha de sus labios, la ropa desaliñada y el cabello desordenado y despeinado a mas no poder. ugh, que vergüenza, pensó.

decidió olvidar eso y ver el sobre que tenía en sus manos, viendolo por fuera. tenía una firma, dos nombres y una marca de un beso en labial rojo. eso lo hizo pensar bastante.

"de: hori.
para: kaveh."

al leer el nombre, ya todo tenía sentido. con una sonrisa alegre abrió el sobre y leyó la carta.

ways to get with you | alhaitham & kaveh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora