CAPÍTULO 2.
Suzuka soltó un gemido ahogado y golpeó su frente contra el cuaderno. Llevaba ya dos horas seguidas estudiando y sentía que su cerebro le estaba pasando factura. Se levantó de un salto, asustando al pobre gato que no dejaba de seguir todos sus pasos. Aún no sabía qué hacer con él, pero ya lo pensaría después.
Su estómago rugió, muerto de hambre. Se rascó la mejilla, mirando la hora. Luego miró a su "mascota".
—Después de comer, iremos al supermercado y te compraremos comida —le dijo, acariciando su pelaje. Era tan suave y peludito.
Suzuka bajó junto con su gato (que ya había tomado bastante confianza después de sólo unas horas) a preparar la cena. Le gustaba cocinar, era lo único que la entretenía cuando estaba sola en casa.
Cuando terminó de comer lo que había preparado, el teléfono de la casa sonó y sabía que era su padre, avisando que se iba a quedar hasta tarde, como últimamente hacía. Su padre trabajaba como pediatra en una pequeña clínica bastante alejada de casa.
— ¿Diga?
—Suzuka, hoy no voy a poder ir a casa a dormir, así que cierra bien las puertas y no dejes entrar a extraños. —Ella rodó los ojos. Había acertado, sí era su histérico padre—. ¿Y ya cenaste?
—Sí, papá. Y te aseguro que si escuchó algún ruido llamaré a la CIA para que vengan a ayudarme...—Varios minutos después, finalmente colgó. Su padre era muy exagerado con todo. Suspirando, miró al gato sin nombre, que a su vez la miraba a ella con curiosidad—. Bien, gatito. Vayamos a comprar tu comida porque seguro estás muerto de hambre.
Lo tomó entre sus brazos y luego fue a buscar el dinero que su padre siempre dejaba por si acaso se llegaba a presentar alguna emergencia.
(...)
Suzuka salió del supermercado frunciendo el ceño, ¿cómo podía ser una comida de gatos tan cara? Había gastado todo el dinero en una simple bolsita que probablemente no le duraría ni una semana, viendo el estado de su gato.
Suspiró.
—Bueno, amiguito, me estás saliendo bastante caro...
Una voz chillona la interrumpió, llamándola.
— ¡Suzuka!
Su gato se removió entre sus brazos, parecía asustado, ¿y quién no? ¡Con tremendo grito! Se giró lentamente y miró con desdén a quién la había llamado, encontrándose con una bonita joven de cabellera rosa y ojos jade. Era Sakura, una amiga de clases.
—Ah, Sakura, ¿qué se te ofrece?—le preguntó, tratando de sonar amable.
Sakura no le respondió, simplemente se quedó mirando su gato, que por cierto, Suzuka tenía que recordar que no le pertenecía.
— ¿Desde cuándo tienes un gato?
—Desde hoy —le sonrió hipócritamente. Eran amigas, pero no tenía ganas de soportarla en ese momento.
Sakura se tocó los labios, pensativa.
—Es un gato muy extraño...
Su gato estaba muy inquieto. Soltaba ligeros maullidos y no dejaba de clavarles las garras accidentalmente en los brazos.
—Lo siento, Sakura, pero tengo que irme. ¡Nos vemos mañana en clase! —Y se fue corriendo, antes de esperar su respuesta.
— ¡Espera...!—Sakura trató de detenerla, pero fue demasiado tarde—... Ese gato, ¿no me digas que...? No, imposible. —Agitó la cabeza, desechando esa tonta idea.
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La Maldición de Naruto. [Serie Maldición #1]
FanfictionMientras se dirigía al colegio, Suzuka se encuentra con un gato siendo apedreado por unos niños. Enfadada, ella lo salva y lo esconde en su casa, ya que su padre es alérgico a los gatos. Pero lo que desconocía es que de noche ese raro gato naranja s...