Empezando en Hogwarts

3 0 0
                                    


La visión del gran comedor me dejó totalmente anonadada. El director y yo habíamos entrado por una de las puertas que se encontraban tras la mesa de los profesores, delante de estas se extendían cuatro largas mesas con centenares de alumnos repartidos por las mismas, cada una perteneciente a una casa diferente. Intenté adivinar cuál sería la correspondiente a Gryffindor y cómo serían sus alumnos. Cada vez me encontraba más nerviosa, se acercaba el momento en el que sería presentada delante de todas esas personas.

El profesor Dumbledore se acercó al atril para comenzar su discurso, a la vez que hacía un leve movimiento para que me posicionara junto a él. Inspiré profundamente y me acerqué al director. La mayor parte de los alumnos se encontraban entretenidos, charlando unos con otros esperando que se sirviese la comida, otros, pasaban sus miradas de mi al profesor Dumbledore, con creciente curiosidad.

-Buenas noches alumnos de Hogwarts- Empezó el discurso el anciano de barbas blancas.- Esta noche me complace anunciaros una nueva incorporación a nuestro alumnado. Esta es la señorita Ariadna Carini, que se incorporará a partir de la semana que viene a las clases de 5º curso y compartirá casa con los alumnos de Gryffindor, a partir de esta misma noche. Y sin más, ¡que empiece el banquete!

Tras decir esto, fuentes de comida aparecieron por las mesas y las miradas que se posaban en mi dejaron de hacerlo, para centrarse en los banquetes que frente a ellos tenían. Miré al director interrogante, no sabía dónde tenía que sentarme.

-La primera mesa de la izquierda, buena suerte.- Me susurró Dumbledore a la vez que se alejaba hacía su posición en la mesa de los profesores.

Con determinación, empecé a avanzar hacía donde se encontraban mis nuevos compañeros de curso y casa. Había acordado con Dumbledore que no revelaría mi edad real puesto que yo siempre había aparentado menos edad de la que tenía y nadie me echaría más de 16. Esperaba fervientemente que realmente nadie se diera cuenta que era mínimo un año mayor que el mas mayor de los alumnos de Hogwarts. También acordamos decir lo menos posible sobre mi procedencia, eso sólo lo sabían algunos profesores, los encargados de ponerme al día en las materias más importantes, para evitar que mi existencia llegara a oídos de Quien No Debe Ser Nombrado, pues de ser así intentaría hacer todo lo posible para reclutarme entre sus filas, o peor aún, hacerme desaparecer.

Ya casi había llegado a la mesa donde se encontraban los Gryffindor, así que me puse a buscar un huequito para sentarme. Cuando pasé por al lado de una chica castaña de ojos oscuros está se hizo un hueco para que me sentase a su lado.

-Si quieres puedes sentarte aquí- dijo la castaña con una sonrisa.- Vas a estar en clase con nosotros, que también somos de quinto curso.

-Muchas gracias.- dije mientras me sentaba e intentaba ocultar mi acento español lo máximo posible, por mi pelo rubio y mis ojos claros nadie pensaría que no era realmente inglesa.

-Yo soy Hermione Granger. – Se presentó la chica- y estos son Harry, Ron y Neville.

Los tres chicos se dispusieron a darme la mano. Mientras tanto otros dos chicos, idénticos, se acercaron a presentarse también.

-Nosotros somos Fred y George- dijeron al unísono.

-Yo soy Ginny- Dijo una tímida chica pelirroja muy guapa que se encontraba un poco más apartada de donde me encontraba.

-Encantado de conoceros- Dije esbozando una amplia sonrisa.- Yo soy Ariadna, espero poder integrarme bien aunque me haya incorporado tarde.

-Seguro que sí. – Dijo el moreno de ojos verdes llamado Harry- ¿Cómo es que te has cambiado de colegio en 5º curso? ¿En qué colegio estabas antes?

Cuando la magia entra en tu vida... y él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora