el padre de mi mejor amiga

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Se supone que una mejor amiga es esa persona a la que le puedes contar hasta tus más íntimos secretos, aunque a veces hay cosas que es mejor que permanezcan ocultas. Amy y yo éramos inseparables desde los tres años. Fuimos juntas al colegio, a la universidad e incluso alquilamos un piso para estar separadas el menor tiempo posible.

Teníamos ya veinticinco años y seguíamos igual de unidas o más. Pero la desgracia se cebó con la pobre Amy. Su madre murió de forma repentina, dejando a mi amiga devastada. Para apoyarse en su padre y servirle también a él de consuelo, se mudó de forma temporal a la que había sido su casa de siempre.

La muerte de la madre de mi amiga también me afectó mucho a mí. Desde pequeña, pasaba mucho tiempo en casa deAmy y sus padres eran como unos segundos padres para mí. Ellos eran amables, educados y amorosos, todo lo que no encontraba en mi familia. En mi casa el panorama era muy diferente. Mi padre era un hombre grosero y vago al que era casi imposible no encontrarse en el sofá con una cerveza.

Era inevitable comparar a mi propio padre con Darien, que era el de Amy Siempre sentí fascinación por ese hombre tan alto, guapo y deportista. Era tan culto, sus malditos ojos..

que cuando me hablaba sentía vergüenza porque creía que haría el ridículo. Esa admiración que sentía por él, cuando llegué a la adolescencia se fue convirtiendo en algo más. Me imaginaba entre sus brazos, besando sus labios. Con los años, mi imaginación cada vez iba a más.

Tenía tantas ganas de contarle a Amy esto.. decirle tu padre me pone cachondo.. quiero ser tu madre jajaja ok no.. lo siento que insensible..pero como les explico .. sus putos malditos ojos .. son tan azules.. con los años se puso más caliente como puede ser..

Aunque sabía lo que suponía, mi obligación era apoyar a mi amiga en esos momentos tan duros.

Metí en una bolsa de viaje algo de ropa y me fui a pasar unos días con ella y su padre. Necesitaban ayuda y alguien que les distrajera un poco, y para eso yo era la idónea. Me encontré un panorama bastante desolador, pero, poco a poco, fueron recuperando el ánimo. Mi amiga y yo dormíamos juntas en su cama, como tantas veces habíamos hecho de niñas. Casi no cabíamos, pero fue bonito recordar nuestra infancia, todas las ilusiones que teníamos y comprobar que habíamos conseguido cumplir la mayoría.

Estábamos hasta muy tarde recordando anécdotas nuestras y de la madre de Amy ..
Las dos nos acabábamos durmiendo con lágrimas en los ojos, sin llegar a comprender cómo la vida podía ser tan bonita y a la vez tan despiadada. Mi amiga se había pedido unos días libres en el trabajo, pero yo me tenía que levantar a primera hora para llegar a la oficina. Por las mañanas, al ir a preparar el desayuno, me encontraba en la cocina con Darien, que ya se había reincorporado al trabajo.

- ¡Buenos días, Serena

Hola Darien..cómo estás?

Eh estado mejor .  Me cuesta dormir ..

Igual que Amy .dije con pena..

desde que estás aquí todo ha sido mejor . Tanto para Amy y para mí.

Gracias.  La verdad es que siempre te he tenido un gran aprecio Darien.. haré lo que sea por ustedes . Para que se sientan mejor...dije  y su mirada se volvió oscura y penetrante.. mierda porque me mira así...

Ha sido un honor ver como pasabas de niña a la mujer increíble que eres ahora.

- Qué cosas me dices, Darien Sigo siendo la misma niña, pero más crecidita.

- Eso es evidente. Pero sigues usando pijamas de unicornios.

- Es que cuando algo me gusta, es para siempre.

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