Capitulo 8.

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¡Por dios Kendall está besándome!

Poco a poco, sus fuertes y grandes manos acunaron mi cintura y dejaron suaves caricias en ella. Mis manos se quedaron en su cabello, acariciándolo mientras nuestros labios se acoplaban y formaban un puzzle perfecto.

Sentía como mi estomago se revolvía y mi respiración se iba haciendo mas rápida poco a poco.

Segundos después sus labios dejaron de tocar a los míos, sus suaves labios tenían un grosor mas grande, y un rosa oscuro. Jodidamente sexy.

Respiré pesadamente y mi respiración volvió a la normalidad.

El no emitió palabra, ni mucho menos yo lo hice. Había un silencio rotundo, pero no incomodo.

Alzó una ceja.

-Me gustas _____. Y apenas llevamos...no se mes y medio de conocernos, pero desde aquella ves que entraste a mi casa sin permiso alguno no pude dejar de pensar en lo hermosa que eres.-El nerviosismo se notaba en la forma en la que hablaba y en como movía sus manos de aquí para allá rápidamente.


Por dios.


Kendall Schmidt gusta de mi.

Mi estomago se revolvió. Yo..siento pequeñas cosas por el, pero no estoy segura de gustar de el; quizá solo sea atracción.

-Kendall ... no se que decirte, creo que estoy muy anonadada. Estoy pasando un momento duro en mi matrimonio, y no se que siento ahora discúlpame.-respondí con pena.


Me levanté de golpe dispuesta a irme de su casa y a meditar bien las cosas.

El asintió. Me imagino que ha de estar sintiéndose estúpido.

Nadie se siente bien cuando le dice a otra persona que le gusta y esta le de una respuesta neutra como la que acabo de darle.

Tomé la perilla, la giré y la puerta se abrió.

Suspiré y lo vi por ultima vez, se ve con la mirada fija al televisor, sin mirarme, mirando hacia la nada, el televisor está apagado.

Salí del departamento y cerré su puerta.

Caminé lentamente y quedé frente la puerta de Emma.

¿Será que toco la puerta?¿Será que no?

Si lo hago, probablemente Luke esté allí y eche todo a la mierda gritándole hasta el día en que se va a morir.

Aunque...probablemente también se haya ido y me toque aguantar a la fastidiosa de Emma.

Mejor me voy.

Caminé hacia las escaleras, hay un jodido ascensor pero quiero las escaleras.

Bajé. Bajé. Bajé.

Cuando llegué a la recepción me quedé unos segundos esperando a que mi respiración se calmara. La gente me miraba raro.

Sonreí.Cuando mi respiración estaba normal, caminé hacia afuera y me senté en una banca.

Miré que el auto de Luke, un increíble Audi R8 aun estaba estacionado allí.

Sonreí.

Voy a darle una linda sorprecita a mi esposo, me imagino que estará feliz.

*Inserten sarcasmo*


—-

Esperé casi 40 minutos cuando Luke salió.

¡Al ataque!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora