Los días transcurrían con cierta normalidad.
Y digo cierta, porque Jack, gracias a que había accedido a que pudiera comprarle cosas a Teo, no se lo tomó con ninguna calma.
No solo le había regalado todos los juguetes y ropa de Dani.
Sino que encima no se cansaba de comprarle más y más.
Cada día llegaba con un juguete o peluche nuevo.
Decidimos que el cuarto de juegos sería el de Dani, a mí no me pareció mal ya que fue Jack quien lo pidió.
Era lo suficientemente grande para que pudiera jugar todo lo que quisiera y durmiera su siesta los fines de semana.
Por las noches regresábamos al piso de Will donde dormía como siempre.
En el aire estaba la idea de que Teo durmiera en la cuna del cuarto de Dani, pero se me hacía poco apropiado invadir su casa de tal forma.
Éramos solos amigos.
O eso creo.
Mis sentimientos por Jack no solo fueron creciendo, sino que fueron floreciendo más, unos que me hacían sentir algo revolotear en mi interior siempre que le veía sonreír o mirarme, al igual que cuando jugaba con mi hijo.
Me gustaba pasar tiempo con Jack.
Siempre nos ofrecía a hacer planes o sino, nos acompañaba con gusto a los nuestros como el parque, supermercado o médico.
Usaba cualquier excusa para pasar tiempo con nosotros y eso me hacía muy feliz.
Porque me sentía segura y protegida por Jack como con nadie en mi vida.
Además que su humor me hacía reír mucho.
Desde que empecé a trabajar en el restaurante de la empresa, Jack no faltó ni un solo día a comer allí.
Cuando me veía se acercaba y me daba conversación mientras me ayudaba con lo que hacía ya sea apilar vasos, recoger bandejas o limpiar mesas. Me hacía mucha gracia porque todos los empleados se quedaban pasmados de incredulidad.
Ese es otro detalle que tanto me gustaba de él. Su consideración por todo.
Luego, diez minutos antes de entrar de nuevo a trabajar iba a ver a Teo a la guardería de la empresa.
Alguna vez les pillé jugando en la piscina de bolas.
Mi corazón palpitaba por ese hombre que tanto adoraba a mi hijo.
El asunto con mi ex esposo no quedó solo zanjado, sino que Jack contrató a una especie de hackers y equipo para poder sustraer información sobre su manipulación y mentiras de mi ex marido.
El divorcio estaba en proceso, yo le dije a Will que no negociaría con la custodia de mi hijo, exigía que fuera completa y sin ningún tipo de acuerdo o trato.
Jack también me ayudó con ello, apoyándome y haciéndome sentir que no estaba sola en todo esto.
Los días pasaban entre risas y sonrisas.
Teo cada vez se hacía más mayor.
Jack organizó una super fiesta en un parque de bolas que alquiló solo para Teo y sus amiguitos de la guardería, cosa que me suplicó que no me negara.
También, no sé cómo, pero de un día para el otro, cambiaron mis condiciones de trabajo haciendo que ahora, todos los ayudantes de cocina y comedor tuvieran acceso a seguridad privada completa, incluyendo a los hijos.
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Millonario encuentra una familia por casualidad.
RomanceJack acaba de pasar por uno de los momento más duros de su vida. El aborto natural de su prometida y el abandono de esta. Sin embargo, él ahogará su tristeza y frustración en trabajo y disciplina sin dejar ver al mundo que ha perdido el control de...