CUARTO ACTO

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Seres oscuros demonios y almas condenadas
Es momento que acudan al llamado,
De una dama que les aclama con motivo
De reclamar lo que le pertenece desde siglos,
Susurro aquel hombre vestido de blanco.
Susurrando entre las tinieblas aquellas
Criaturas míticas aquellos demonios
Y almas perdidas aparecieron ante ellos,
Una lanza entregada en la mano de aquel Dios
Una espada en las manos de aquella joven que,
Al reducirla en sus manos derrepente ante
Todos parecía ser alguien diferente.
Un retumbar en el infierno que causó
La algo de estremecimiento en el cielo,
El sonido de unos tambores y un cuerno
De un chivo fue solo el anuncio para que todo,
El ejército de Ángeles caídos acudieran solo
Al llamado de aquel que era su amo y soberano,
Hijos míos del infierno todos y cada uno
Acudan a luchar por su gloria nuevamente,
Aquel sonido de cuerno retumbó en todo
El infierno pero entre unas llamas de fuego.
Ahí aparecía aquella que era su consentida
De aquel rey del infierno mi amada Lujuria,
Dijo impresionado al mirarla pero no estaba
Sola venía acompañada por aquel hombre,
Que vestía de blanco y negro sonriendo
Al mirar fijamente  aquel demonio apareció,
Detrás de ellos si pero Cerbero el guardián de
Todo su reino junto a un ejército.
!Asi que me robaste bastardo y me arrebataste
Aquello que me pertenece¡ Dijo aquella mujer,
Mirándolo con odio luego mirándose
La cicatriz de su mano derecha dijo regrésame,
Lo que te pertenece ahora mismo o el que
Morirá aquí mismo tú lo vas a ser.

LUJURIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora