QUINTO ACTO

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El cuerpo de una mujer no cualquiera
Si no aquella que fue la primera en la tierra,
Aquella que se enamoró sinceramente
De aquel que había sido desterrado aquel que,
Por desesperación había consumido aquellos
Que había creado y perdido el control de todo,
Ante los ojos de Dios eso fue demasiado
Lilith grito preocupado pero depronto,
Ante ellos apareció aquella mujer de nuevo.
Solo que algo en ella era muy distinto
Algo que a más de uno les provocó miedo,
Sus cabellos eran de un negro más profundo
En sus brazos habían aparecido dos marcas,
Una más oscura que la otra tenía un vestido
Un atuendo que dejaba al descubierto
Un traje negro que dejaba gran parte de todo,
Su cuerpo al descubierto un manto blanco
Un par de cadenas unos brazaletes negros
Debajo de sus hombros y un pequeño
Broche negro en su cabello.
Ante tal imagen más de uno perdió el control
De sus cuerpos sus miembros endurecieron,
Sus cuerpos temblaron y sintieron
La necesidad de tener el control sobre aquella,
Que con una voz llena de seducción decía
Es mi turno de jugar y luchar.
Aquel que esté dispuesto a luchar y morir verá
Cual es la ventaja de ser quien controla,
En la vida y la muerte dicho esto Hades sonrió
Transformando la punta de su lanza,
En una guadaña mientras ella al extender
Su mano derecha hizo que apareciera,
El bastón de su padre Anubis al ver esto
Aquel demonio burlándose le dijo,
¿Qué harás con eso sortenerte? Cierra tu boca.
Al tomarlo en su mano ella sonrió y este se Transformó en un arco con flechas una espada,
Como verás hijo de puta esto será siempre
Lo que yo quiera que sea para atacarte,
Al ver esto aquel amo y señor del cielo solo
Miro aterrado a aquella mujer diciendo,
A su ejército vámonos miro aquel demonio
Y dijo con pena Lucifer estas solo y se esfumó.

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