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Vida pasada.

El Omega solo tomó un pequeño respiro, tocando su cuello lentamente, aquella mordida de su esposo estando intacta y siendo muy bien cuidada, bajó su mano a su vientre abultado, cerrando sus ojos con fuerza.

¿Por qué debía de verlo después de 10 años?

Miró a sus dos hijos jugar. Sus dos pequeños cachorros jugando con tranquilidad junto al alfa con el que estaba enlazado.

—Puedo ir yo— sugirió Zachary al ver el rostro ajeno, su Omega solo estaba con una expresión de desagrado aún que para el se veía demasiado bonito con su vientre abultado y esa expresión de molestia.

—Los Tigres solo quieren una plática - murmura bajo —Pero quiero que estés conmigo - dice sintiendo sus manos ponerse temblorosas — no sólo seremos nosotros, también serán Panteras, leones, mierda, incluso la manada de conejos irán.

El alfa acarició el vientre abultado del Omega, este solo se relajó a su toque.

—Pienso - dice el Omega finalmente, sintiendo un leve movimiento de su tercer cachorro en su vientre — pienso que también debería hacer un muro que nos divida. Estoy harto de todas las peleas en la frontera, justo en la nuestra.

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Estaba cansado, solo se cruzó de brazos mirando hacia donde estaba su esposo, quien solo le dió un poco de agua, los olores le tenían sensible en el embarazo, solo se acurrucaba al alfa intentando alejar cualquier aroma sobre el, escuchó aquellos pasos acercarse y se puso un poco tenso mientras su vista se encontraba con la contraria.

Permaneció en silencio, sintiendo su respiración agitada un momento, haciendo una mueca al ver una Omega colgada en su brazo por lo que solo dejó su mejilla en el hombro ajeno cerrando sus ojos.

Tal vez no amaba a ese alfa, pero le resultaba algo difícil saber que el alfa le dió igual todo.

Tenía un alfa que amaba y que el mismo amaba, tres cachorros, solo sonrió por el pensamiento y dejó un pequeño beso en la mejilla del alfa quien solo le sonrie apenas.

Siguió escuchando aquellas palabras de los líderes y tomó un respiro.

—No pensamos dejar que nuestras fronteras se abran.

—No, no estoy de acuerdo.

El omega se quedó en silencio, sintiendo la mano de su esposo en su espalda.

—No permito abrir mis fronteras - dice y el alfa, Rhodes le miró sin entender. —No pienso cambiar mi opinión, líder.

El alfa seguía viendo el vientre ajeno.

Fue tan extraño haberle visto asi.

El Omega siguió mirandolo rodando sus ojos al ver esa expresión ajena.

—Amor - Zachary habla mientras acaricia su espalda, el Omega solo se acurrucaba a el.

—Deberíamos irnos, si solo eso era esta reunión, no, no lo acepto - dice y se levantó. —Y dudo que las fronteras accedan.

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⏰ Última actualización: Mar 15 ⏰

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Wolf growl [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora