Capitulo 5

0 0 0
                                    

Narra Leonardo
Pase toda la noche pensando un esa chica de ojos verdes inexplicables, en su cabello castaño, en la dulzura que vi en sus ojos.
-por Dios Leonardo sólo es una chica mas que te puedes follar si la vuelves a encontrar- pensé en lo que me daba una ducha, salí y me puse lo primero que encontré unos jeans azules pegados no mucho, una camisa a cuadros, mis botas negras y mi chumpa negra de cuero. Baje desayune y sin mas salí de mi casa, me subi a mi moto y me fui al colegio. Cuando llegue me baje de la moto y empecé a caminar hacia la entrada de este -otro día igual- pensé ,cuando ya estaba cerca pude ver al director Erick creo que se llamaba, al parecer esperaba a alguien.

-Joven Leonardo lo estaba esperando- me dijo cuando ya estaba cerca de el, lo vi con confusión el sonrio con un poco de malicia -¿ya se le olvido?- me pregunto, lo vi con aun mas extrañeza, íbamos hacia su oficina -recuerde que tiene un castigo que cumplir- me recordó el director, mi cara cambio totalmente, hoy era el primer día de clases de esa persona a la que no conocía y tenia que cuidar por 3 semanas -le caerá muy bien esta persona- dijo el director intentando calmarme. Aun no habíamos llegado a la oficina y yo iba rogando porque esta persona fuera una chica para no tener tantos problemas sociales en el colegio. Cuando por fin llegamos abrió la puerta y me dejó pasar cuando vi, mis suplicas se habían cumplido, una chica de cabello castaño un poco alta como la que vi el día anterior en el parque estaba sentada en una silla, cuando se dio cuenta de que estábamos ahí se levanto rápido y nerviosa, se dio la vuelta y yo pude encontrarme en esos ojos verdes y esas pestañas largas que no me habían dejado dormir la noche la anterior, cuando me vio bien abrió mucho los ojos en señal de sorpresa -¿tu?- me dijo sin poder creerselo -así es nena- le dije con un tono arrogante y le levante una ceja con picardía. Bajo el rostro dándome a conocer que no quería que viera que se había sorrojado, después de un momento lo volvio a levantar pero esta ves en su mirada me decía que no iba a permitir que la lastimara. Me reí de su intento fallido de demostrarme fuerza, refunfuño y voltio a ver al director.

-¿Así que ya se conocen?- nos pregunto el director.

-Si así es, director Erick, la conocí ayer- dije con una gran sonrisa picara en mi rostro.

-¿No hay posibilidad de que sea otra persona la que este a cargo de mi?- pregunto la chica con una voz muy dulce, tierna y amable que me hizo sonreír de satisfacción ya que oírla habalr de cierta forma me llenaba de satisfacción, hablaba tan suave que me tranquilizaba ,de alguna forma me daba paz el solo oír su voz.

-No lo creo señorita Alejandra- así que así se llama -usted y el joven Leonardo ya reciben todas y cada una de las clases juntos, y esto es un castigo que el tiene que cumplir- le dijo el director muy seriamente, ella sólo asintió con la cabeza y no dijo nada mas.

-Muy bien Leonardo le mostraras a Alejandra cual es su próxima clase- dijo, dirigiéndose a mi, asentí con la cabeza y comencé a caminar.

-Vienes o te quedas "dulce"... Ale- le dije al ver que ella no se movía de su lugar. Solo asintió con la cabeza y se levanto, nos despedimos del director y salimos de su oficina. Ella iba callada simplemente observando lo que había a su alredor, yo la esta observando atentamente memorizandone cada uno de sus movimiento, sus ojos verdes viajaban por todo el lugar demostrando un poco de temor en ellos.

-Vamos, no es tan malo estar conmigo- le dije -además no debes tener temor yo voy a estar para cuidarte- no se porque pero sólo se lo dije, sentí que era necesario. Ella tenía cara de asombro y a la ves de satisfacción porque alguien iba a cuidar de ella. Seguimos caminando ella volvió a desviar su mirada y yo me fije en su cuerpo. Era alta no tanto como yo pero si alta, tenía una cintura delgada se le notaba en ese vestido que le quedaba pegago tan solo de la cintura porque del resto era un poco suelto y le llegaba arriba de la rodia, ese vestido la hacia verse tan dulce y tierna, que me cautivaba, pude ver que devajo de su vestido se le forman unas nalgas bien redondas y duras que se me ponía dura la polla de solo verlo y sus pechos eran del tamaño adecuado no tan grandes ni tan pequeños, perfectos para mi.

-Tienes que dejar de verla idiota- dijo mi subconciente le hice caso y salí de mi transe.

-¿Que...que clase nos toca?- pregunto tartamudeando, la pobre estaba nerviosa. -Lenguaje- le respondí lo mas seco que pude. Ya haba decidido que ella solo seria una mas del montón, que ella no iba a ser diferente, asintió y bajo la cabeza por el tono tan cortante de mi voz. Por fin llegamos a la clase, toque la puerta y un enojado profesor, regordete y con barba graciosa me abrio, me vio y refunfuño. -¿Otra ves tarde Leonardo?- me preguntó el profesor. Yo le señale a Ale - ¡oh! Tenenemos una nueva compañera, Leonardo tome asiento, señorita Preséntese porfavor- dijo el profesor ya menos molesto, ella se quedo parada observando todo -es tímida ,Daniel, ayudala- dijo la voz de mi cabeza, negué con la misma y la agarre de la mano jalandola para que entrara y se presentera, todos me vieron con asombro ,cosa que no me importo.

-Y...yo...so...soy- tartamudeo, esta chica me va a volver loco

-Ella es Alejandra Williams, tiene 17 años y como pueden ver es nueva- dije, presentándola me vio atónita.

-Gracias- susurro, yo le asenti con la cabeza y la jale por la muñeca para que nos fuéramos a sentar. No habían lugares de dos vacíos por lo que tube que hacer que sentara a la par de una chica rara y yo tube que sentarme unos lugares atrás lejos de ella, aunque eso era lo que menos quería tube que hacerlo, vi que la chica le hablaba y que Ale empezaba a tenerle confianza a esta, me moleste porque no quería que le tuviera confianza a nadie mas que a mi.

-suenas como un egoísta, arrogante enamorado- me dijo mi subconsciente, preferí no hacerle caso ,realmente eso no me importaba.

La clase término y yo me levante rápido, me hacer que a ella y la jale del brazo un poco bruzco para que esta ves en el siguiente salon se sentara junto a mi y no hablara con nadie mas.

Asi transcurrio el resto del dia ella iba para donde yo le decia, por donde yo le decia y conmigo a la par suya, ya había empezado a tenerme confianza por lo que ya hablábamos mas y ella ya había dejado de ser tímida conmigo. En el almuerzo la tuve que presentar a mis amigos, Alex la vio con cara de baboso lo cual me molesto ,porque ella tenía que ser solo mia, Elias se fijo en eso y me hizo cara de hablamos después.

Cuando por fin sonó el timbre que nos decía que ya era hora de irnos.

-¿Vendran por ti?- le pregunte, ella sonrió y negó con la cabeza.

-No, quiero ir a conocer el lugar, entonces iré sola a la ciudad o talves sea mejor idea ir al parque- dijo, muy entusiasmada pero con voz suave a la ves.

-A donde sea que pienses ir yo te llevo y te acompaño, ya después te puedo llevar a tu casa- le dije, me vio algo confundida -claro ¿si es quieres?- le dije.

-claro, claro me harías feliz si lo hicieras- me dijo, muy emocionada.

-Solo tengo que despedirme de mis amigos y nos vamos- le dije, con una sonrisa estúpida en mi rostro.

¡Desde que te conoci!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora