My baby, Quacks

06

══════

-¡Feliz cumpleaños, Quackity! -Gritaron todos al unísono.

Era el cumpleaños número 9 del menor, era como si fuera ayer cuando apenas lo conocieron cuando tenía apenas 5 años. De verdad que el tiempo pasaba muy rápido.

Dentro de una de las tantas pláticas que compartía el pequeño junto al oso mientras iban de paseo, se le salió accidental e indirectamente el día de su cumpleaños. Rubius al darse, fue inevitable no armar un escándalo y llamarle a todos para hacerle una fiesta al patito aunque aún faltarán unos cuantos meses para aquello.

Desde esa vez, cada que faltan 1 o 2 meses, para el cumpleaños del más chico, preparaban algo sorpresa para este, cada cumpleaños con una temática diferente. Algo que no se hacía con el resto de los demás, ellos simplemente hacían una pequeña comida y compraban un pastel sencillo, todo lo contrario a los cumpleaños de Quackity, en el que hacían un relajo y desastre haciendo una exagerada decoración con globos, serpentinas, confeti por todos lado y una pastel bastante elaborado con el nombre de "Quackity" en cursiva.

Después de todo, se acabaron enterando de su verdadero nombre, y lo llamaban únicamente así cuando lo regañaban seriamente.

-¡Dale una mordida, Quacks! -Hablo algo entusiasta el castaño con apariencia de emo, con una cámara en sus manos, al igual que el de boina verde, atento para capturar cualquier momento.

El pequeño azabache, asintió completamente feliz, con las mejillas sonrosadas por toda la atención dada, jamás se acostumbraría a ser mimado así.

Acerco su rostro al pastel, y justo cuando estuvo a punto de darle una mordida, como era de esperarse, Rubius empujó la cabeza del menor hacia el pastel, haciendo que la mitad de su cara se hundiera en el pan cubierto de crema pastelera.

Se escucharon risas por parte de alguno, otros solo se estaban aguantando, y Vegetta, junto a Cargan estaban algo preocupados, viendo como el pequeño se separaba lentamente del pastel, dejando a la vista su carita cubierta de pastel, provocando más carcajadas en los que estaban riéndose.

Iban a callarlos pero las risitas del pequeño los tranquilizaron, riéndose a su lado. Fargan acercándose al pequeño con una toalla en mano, pasando esta por sus mejillas y sus ojitos algo llenos del mismo pastel.

-Eso fue divertido. -Contesto alegremente el azabache menor, comiendo un poco de los restos de su cara.

-Si, te tomaron foto, las colgaremos aquí en casa cuando nos las den. -Revolvió los cabellos revoltosos del híbrido de pato.

-¡Queremos pastel, Quackity! ¿Nos darás pastel? -Preguntó el pelirrojo, acercándose a la mesa con la intención de picarle al pastel, recibiendo un manotazo por parte de Alexby.

-Nop, ¡es míooo! Así que se chingan. -Dijo, atrayendo al pastel a el. Por alguna razón, al pequeño se le habían pegado modismos mexicanos, era algo inentendible pero no molestó, era gracioso.

-¡Hey, no digas groserías! —Regaño Fargan, pellizcando las mejillas del menor que soltó un pequeño chillido agudo del dolor.

-¡Ya, ya! Perdón.. -Se sobó las mejillas, suspirando para después sonreír. -Claro que les voy a invitar.

(...)

-Es hora de abrir tus regalos, Quackityyy. -Todos se sentaron en un círculo, enfrente de una mesita llena de regalos con bolsas en diferentes tamaños.

Quackity empezó con los más pequeños, recibiendo distintas cosas. Una cadena de cruz y varios chocolates por parte de Alexby, unas dinamitas por parte de Rubius que fueron quitadas de sus manos tan pronto las tocó, una caja registradora, dinero... Demasiadas cosas, entre ellos más juguetitos, hasta que decidió abrir uno de los regalos más grandes, era obvio de quien era.

-¡Es un trampolín! -Exclamó con emoción el patito, agitando sus alitas y colita de pato con emoción, rasgando el papel decorativo. -¡Gracias tío, Veg! -Fue corriendo a abrazar al mayor.

-¡Oh, Vegetta siempre luciendose con los regalos! Parece que no le bastó con el carro de juguete grande que chocó Quackity apenas lo puso en marcha el año pasado. -Contesto Staxx, mirando divertido la escena.

Recibió algunos regalos más aparte.

-Ah, ten Quacks, no es mucho pero espero te guste, los bordados los hice yo. —Hablo Luzu, dirigiéndose al pequeño con una pequeña bolsita en manos, dándosela al pequeño.

Abrió la bolsita, logrando ver un gorrito azul, con algunos bordados de patitos y una carita sonriente pixeleada. Aquel regalo le agrado mucho, sintiendo sus mejillas sonrojarse ligeramente, abrazando al castaño.

-¡Gracias, Lusuu! -Dio pequeños saltitos, recibiendo a cambio algunas risitas por parte del oji-carmín.

-Quackity, vi que te gusta mucho dibujar y pintar, y debo admitir que eres alguien con mucho talento, pequeño. Así que te compre esto.. -Hablo Fargan esta vez al ver a los otros separarse, Luzu yéndose a sentar y Quackity ponerse el gorrito, siendo halagado por los otros.

Detrás del sillón saco una bolsa mediana entregándosela al menor que lo veía algo curioso. Al abrirla, sus ojitos brillaron con alegría, yendo a abrazar a su figura paterna con mucho cariño.

-¡Muchas gracias, papá! -Aquella escena derritió el corazón de los presentes, tomando foto para el recuerdo.

-¿Que es lo que te dió, Quackity?

El menor se separó, sacando de la bolsa un kit de buena calidad de colores, plumones y materiales para dibujo, recibiendo varios "Ohh".

Después de un raro, habían colocando el trampolín en tan poco tiempo en el patio de la casa de Fargan, mirando divertirse y caerse sobre el trampolín junto a Staxx, ya que Quackity había pedido que este se subiera con el.

Y así se la pasaron toda la tardes riendo y jugando, turnándose para subirse al trampolín. Definitivamente había sido un buen cumpleaños.

══════════════════════════

—931 palabras.

¿Por que esto tiene tanto
apoyo? :0

Espero les haya gustado
el capítulo que apenas
acabo de escribir. ♡

Lamento si hay alguna falta
de ortografía, pero la dislexia,
más el teclado, no ayudan
mucho xd.

¿Alguna idea o sugerencia?
Los leo. 👀

Eso sería todo el día de hoy,
nos vemos.

Baiiiii.