Naruto OneShots

Neji x Hinata

No era nada fuera de lo común que Neji se quedara toda la tarde entrenando junto con Hinata. Después de que ambos hubieran tomado una ducha, Hinata se ofreció a preparar un poco de te para ambos. El cansancio tomo por completo el cuerpo de Hinata y termino recostada en el regazo de Neji. Él se preocupó de haber hecho el entrenamiento demasiado intenso, y luego sus pensamientos empezaron a divagar.

Después de un rato Neji estaba en el mismísimo infierno, ardiendo, estaba listo. Tenía a Hinata demasiado cerca y nadie cerca que pueda distraer su mente, que lo estaba matando. Tenerla así de cerca lo estaba acabaría matándolo.

Neji se acomodó junto a Hinata, permitiéndose tener aun más contacto con ella. Recostó delicadamente la cabeza de ella en el pecho de él. Y se convenció a si mismo que estaba bien, solo dormirían juntos después de día duro de entrenamiento. La respiración de Hinata era liviana, ya estaba profundamente dormida, a diferencia de él, que sabía perfectamente lo difícil que seria poder conciliar el sueño de esta manera.

—Neji—. Suspiró Hinata y el sonido electrizó todo el cuerpo de Neji. Esta había sido una terrible idea.

—Neji—Suspiró de nuevo Hinata, su voz más cerca de un gemido. Fue entonces que la compresión lo golpeó, ella estaba soñando con él.

¿Estaría ella soñando con él de la misma manera que el soñaba con ella?

La respiración de Hinata se volvió pesada, y el cuerpo de Neji actuó por instinto, olvidó por completo en lo que estaba pensando segundos atrás, Hinata parecía tener un mal sueño. Preocupado, agitó delicadamente del hombro a Hinata, para despertarla.

—Hinata, despierta —le susurró insistente. —

Ella fue abriendo lo ojos, aun confundida. Sus rostros, se dió cuenta Neji, se encontraban peligrosamente cerca. Las mejillas de Hinata se tornaron rosadas, y la preocupación de Neji se duplicó. Hinata podría estar enfermando, durante el entrenamiento había empezado a nevar, pero aun así continuaron, y él había demasiado ocupado en sus pensamientos indignos, y se había olvidado de asegurarse si ella estaba bien.

—Neji —dijo en su suave y hermosa voz. Se quedaron un rato mirándose, ambos sin decir nada. Neji registrando con la mirada si ella se encontraba bien.

Hinata alzo su mano directamente a la frente de Neji, acariciando justo el centro de donde tenía la marca de la rama de su familia, había tenido el ceño fruncido todo este tiempo.

—Estoy bien, deja de preocuparte demasiado.

—No puedo. Es mi deber Hinata y lo sabes.

—¿Y si no lo fuera? —preguntó inesperadamente.

Neji no dudó ni un segundo de su respuesta.

—Fui hecho para protegerte. En este mundo y en cualquier otro. Incluso si muero, lo haré cuidado tu vida, y moriré feliz.

Ella bajo su mano para dejarla en su mejilla.

—Gracias por todo Neji.

Y lo besó. Él se había pasado noches enteras preguntándose cual seria el sabor de los labios de ella, deseando poder probarlos, aunque sea una vez. Tenía que estar soñando, es la única explicación que se cruzo por la cabeza. Probó su suerte un poco más y profundizó el beso, acercando con su mano su cabeza a la de él. Había esperado por este momento demasiado tiempo. De pequeño había jurado hacerla fuerte, protegerla cuando se encontrara en peligro, pero lo que ahora sentía por Hinata iba mucho más allá de aquellos sentimientos infantiles. Noches enteras en las que la imagen de Hinata lo tocaba y no lo dejaba dormir. Hinata soltó un leve gemido en sus labios, ambos tan sorprendidos como excitados. La esencia de ella lo embriagaba. Unos segundos más así, y no podría detenerse. Se habia quedado sin aliento pero aun así le dijo cortando el beso, pero si separarse un centímetro de como estaban.